Se dice que si uno puede reírse de una situación, podrá sobrevivir a ella, así es que Óscar Pazos echa mano del humor en "España cosa nuestra" para hacer una crónica del PP y desvelar las relaciones personales de Rajoy con sus camaradas de partido, familiares y amigos.

-La obra es un retrato biográfico de Mariano Rajoy y de los que usted llama "cómplices" de Gobierno y partido...

-Lo que hago es contar cosas que pasaron en el Partido Popular, sobre todo la vida de Mariano Rajoy, de Soraya y otra mucha gente y darles voz a todos los protagonistas del PP que llevan gobernando todos estos años.

-¿Cómo analiza su política?

-Analizo la política a través de las relaciones personales que establecen entre ellos y al final lo que se demuestra es que el mayor valor político que puede tener alguien en España son esas relaciones personales que manejan, arrimarse a los poderosos y así es como se hace carrera.

-¿Es un buen ejemplo de eso el pequeño Nicolás?

-Totalmente, me parece un ejemplo bastante bueno y también que ahí hay mucha más marejada de la que intentan hacernos creer, por el momento se han tenido que desdecir la Casa Real, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, todos los que lo negaron, el Ministerio de Economía, han tenido que recular, al menos en parte, los únicos que siguen erre que erre son Nicolás y Soraya, la vicepresidenta, todos los demás han cambiado más o menos su versión.

-Titula el libro "España cosa nuestra" ¿diría que el PP es una mafia?

-Les falta matar ya pero la cultura de grupo cerrado y de reparto de la mafia el PP la tiene desde luego, al menos de la protomafia a lo mejor, les queda la violencia física.

-¿Al gobierno y al PP?

-Al PP que es, digamos, la familia PP del sistema político español, la mitad pepera, luego hay otra pero en este libro traté el PP porque es el que nos está gobernando ahora.

-¿En qué posición está en estos momentos Rajoy?

-Está en una posición de resistir como siempre estuvo y está a ver si escampa, intentando convencer a todo el mundo de que, bueno, como ha llovido mucho tiene que escampar necesariamente, y nada más, está a salvar la situación, a durar lo más posible, al día a día y esperando que pase el milagro.

-Desde fuera de la política la percepción es que las élites españolas son puramente extractivas, como las de cualquier república bananera...

-Pues si, esa es la impresión. Cuando empezó lo de Bárcenas, o quizás un poco antes, entre finales de 2012 y principios de 2013 estuvo aquí el presidente de la liga de lobistas de Washington, estuvo tres días en Madrid, y le bastaron tres días para decir que le había sorprendido lo concentrado que estaba el poder en España, que bastaba tocar a unas pocas personas de los partidos políticos que dirigían todo el cotarro nacional. Y mire quien lo dijo, el presidente de la liga de lobistas, que explicaba que en Washington cualquier negociación e iniciativa política requiere el acuerdo de mucha gente, hablar con muchos y aunar voluntades, y aquí basta con tocar a uno o dos para sacar adelante cualquier iniciativa, y eso es el origen de la corrupción.

-¿Por qué tenemos tan poca cultura democrática?

-Lo que hace el PP y otros partidos es retorcer formas sociales que tenemos, por ejemplo la importancia que tienen aquí la familia y los amigos para encontrar trabajo, para ayudarse económicamente en los momentos de apuro etc. Es una cuestión cultural en España, pues los políticos lo que hacen es aprovecharse de esa cultura y llevarla al extremo para convertir algo que en principio puede ser positivo en un medio de extorsión y corrupción.

-¿Hay salidas a la corrupción?

-Si. Aquí también lo que se ha pretendido hacer es que votemos cada cuatro años y estemos callados, como en la Edad Media que sea una justa de Dios en la que se batían los caballeros y el que ganaba tenía razón, dijese lo que dijese, era el vencedor hasta la próxima justa dentro de otros cuatro años, como si no hubiera posibilidad ni de oposición legítima, ni de poner cuestión ni siquiera de crítica, y con ese monopolio de la política y del poder es con el que hay que romper.

-¿Nuestro sistema es un monopartidismo competitivo?

-Si, es un oligopolio, está bien ese nombre de monopartidismo competitivo, lo define bastante bien, se parece mucho a la situación que tuvo España durante la Restauración y el fracaso y la crisis de la Restauración fue lo que llevó a la dictadura de Primo de Rivera, como último recurso de las élites por mantener aquello que ya no se sostenía y por seguir controlando el poder y la política. Un poco también esta deriva del PP con la ley mordaza y todas estas imposiciones a la gente, esta política retrógrada, es una reacción a su propio descalabro.

-¿Considera a Podemos una alternativa o populismo?

-Si, si que es una alternativa, diría que cualquier alternativa hoy mismo es mejor que lo que tenemos, lo que no podemos estar es en lo malo conocido, eso es a lo que juega Rajoy.

-No ha venido a la presentación.

-No (sonríe) se lo invitó pero finalmente no vino.