Nodosa espera solo por el auto judicial para cerrar la compra de Factoría Naval, operación que adelantó FARO a finales del pasado mes de noviembre. La oferta ganadora únicamente aguarda la autorización del magistrado mercantil después de que la administración concursal le confirmase que ni las otras dos competidoras por la adquisición del quebrado astillero ni acreedores de este último presentaron alegación alguna contra su victoria. Si todo avanza sin contratiempos, la integración de la histórica firma de construcción de barcos bajo la nueva dirección comenzará en enero.

El escrito del juez se presenta como el último paso antes de que la firma marinense proceda a la escritura de adquisición de la que durante tantas décadas fue empresa vecina y competidora. Al no haberse producido reclamaciones este auto se presenta en realidad como un trámite que la firma compradora confía en tener resuelto en cuestión de horas o, como mucho, días.

La oferta de Nodosa se impuso, con 4,7 millones de euros, a las de las sociedades viguesas Centro de Reparaciones Navales y Metalships&Docks, cuyas propuestas económicas se mantuvieron sin cambios al cierre del plazo de presentación de mejoras: 3,2 y 3 millones, respectivamente. Se adjudicó la puja después de haber planteado desde un principio los números más elevados. Además de optar por una cuantía significativamente mayor que la de sus competidoras, su oferta mostraba una apuesta por el empleo con el mantenimiento de la totalidad de los actuales 21 puestos de trabajo de Factoría Naval. Centro de Reparaciones incluía también este compromiso, mientras que Metalships garantizaba únicamente la continuidad de los puestos cualificados.

La decisión de estas dos últimas firmas de no presentar mejoras a sus respectivas ofertas durante el plazo habilitado especialmente para ello supuso, en la práctica, allanar el camino para que Nodosa se convirtiese en propietaria de Factoría Naval. Algo que se hará efectivo posiblemente a partir del próximo mes.

Desde la dirección de Nodosa han apuntado que el proceso de integración de las instalaciones de Factoría Naval, vecinas a las de Nodosa, arrancarán en enero. Se vaticina, en cualquier caso, que se desarrollará a lo largo de varios meses para adecuar y homogeneizar no solo el recinto, sino también sistemas y protocolos.

La proximidad de estas instalaciones, precisamente, ha sido uno de los factores que más ha pesado en la decisión del previsible comprador a la hora de presentar su oferta. Las naves de un astillero y otro son contiguas, con lo que ésta se presentaba como la opción de crecimiento más sencilla para la oferta ganadora.

Compromiso laboral

La incorporación de Factoría Naval supondrá no solo un evidente incremento de espacio y capacidad, sino también de plantilla. En la propuesta que Nodosa entregó a la administración concursal, ejercida por la compañía multinacional KPMG, se incluía el compromiso de conservar esa veintena de empleos. Y esta apuesta significará un crecimiento de un 20 por ciento en la plantilla de Nodosa, integrada ahora por un centenar de trabajadores.

El mantenimiento del empleo era la condición que exigían desde el comité de empresa de Factoría Naval para dar el visto bueno a cualquier operación de compra. Tal y como manifestaron en su momentos los representantes de los trabajadores, el compromiso por parte de Nodosa de mantener todos los puestos de trabajo se ve como una "muy buena noticia" en una plantilla que a lo largo de los últimos años tuvo que hacer frente a recortes, despidos e incertidumbres.