La empresa Ence confía en obtener "en la primera parte del año que viene" la solicitada prórroga de la concesión de Costas para mantener la actividad de la fábrica de Lourizán en su actual ubicación marítimo-terrestre más allá de 2018. De lograr esa ampliación en el plazo previsto, la compañía retomaría en 2016 las inversiones en la planta pontevedresa, paralizadas desde hace meses por la "incertidumbre" acerca de esta continuidad. Así lo apunta el consejero delegado de la compañía, Ignacio Colmenares, en una entrevista en El Economista.

Con respecto a las inversiones en las fábricas de Pontevedra y Navia (Asturias), una vez clausurada la elaboración de celulosa en Huelva, el alto directivo señala en este medio especializado que Ence ya empleó 15 millones, pero aún dispone de otros 85 para "adquirir tecnología punta" y añade que "de momento estamos invirtiendo en la planta de Navia y seguiremos así durante 2015", toda vez que las actuaciones en Lourizán están en suspenso hasta que se aclare su futuro. Al respecto, Colmenares precisa que "a lo largo del año que viene esperamos tener lista la prórroga de Pontevedra, por lo que a finales de año y en 2016 previsiblemente podremos invertir en estas instalaciones. Con esta estrategia vamos a lograr unos ahorros de cinco millones de euros durante este año, que subirán a 14 millones durante 2015 y a 17 millones en 2016".

Preguntado expresamente por la situación de la planta de Lourizán, asegura que "estamos en plena batalla jurídica, pero cada semana nuestros abogados se reúnen con los del Estado y los de la Xunta y esperamos que se resuelva [la prórroga] en la primera parte del año que viene". Asegura que "en Galicia hay muchísimas tensiones porque si se para la concesión de la depuradora, también se para la planta y la población se ha dado cuenta de la importancia que tiene [la fábrica de] Pontevedra para la economía gallega. Al cerrar Huelva, por desgracia no solo se han perdido 300 puestos de trabajo, sino que hubo un clamor popular en el sector del transporte y la logística y en el sector forestal".

El consejero delegado sostiene en El Economista al respecto que "la madera que compraba Ence para Huelva en el sur de la Península Ibérica, ahora la están captando las fábricas de celulosa de Portugal, por lo que han dejado de importar madera gallega. Si un cierre a mil kilómetros de distancia les ha afectado tanto [a los madereros gallegos] son conscientes de cómo les puede afectar el caso de Pontevedra, y el sector forestal es muy importante en Galicia".

Caducidad

De esta manera, la empresa que preside Juan Luis Arregui intensifica su campaña a favor de la prórroga de la concesión, solicitada ya pero pendiente no solo de un informe previo de la Xunta sino también de un expediente de revisión de esa concesión por parte del Ministerio de Medio Ambiente, en cumplimiento de una sentencia judicial. Mientras se tramita ese expediente, la prórroga permanece paralizada. Esa sentencia, dictada por el Tribunal Supremo, respondió a un recurso de la asociación Salvemos Pontevedra, colectivo que también tiene activo un pleito similar con la depuradora de Placeres al ocupar sin permiso, según sus quejas, terrenos marítimo-terrestres otorgados en su día al complejo de Lourizán.

Por su parte, la Xunta aún no ha desvelado el sentido de su informe sobre la continuidad o no de Ence en Lourizán, que debe entregar al ministerio dentro del expediente para decidir la prórroga. Aún así, el Gobierno gallego ya ha admitido que, entre otros parámetros, se tendrá en cuenta el del empleo. Precisamente en ese punto incide una y otra vez Ence para defender su permanencia en Lourizán, una fábrica en la que están paralizadas las inversiones desde principios de año por la caída de sus beneficios y, sobre todo, por la "incertidumbre" sobre el futuro del complejo.