Sesenta y dos años de historia avalan al Ateneo Santa Cecilia, una asociación que siempre ha estado vinculada a la cultura de esta villa promocionando las más diversas actividades y cuidando las tradiciones más arraigadas en el pueblo como la Danza de Espadas, los carnavales con su Enterro da sardiña, los maios o el Baile del farolillo.

Desde aquel 22 de noviembre de 1952 y de forma continuada, salvando situaciones complejas cerca de una veintena de directivas con sus respectivos presidentes al frente, han logrado llegar al día de hoy y contribuir al desarrollo socio cultural de Marín.

La música, la pintura, la recuperación de las tradiciones como las anteriormente citadas fueron actividades que se recuperaron para la identidad de Marín. Los concursos de narraciones cortas, las postales de Navidad, Boilá la Femme son actividades de creación artística y literaria que se mantienen año tras año con las conferencias y exposiciones. Todo ello, sin olvidar las escuelas de música con la Banda al frente que tiran con fuerza de esta entidad.

El Ateneo agradece el apoyo incondicional de instituciones como el Concello, la Escuela Naval Militar, Distrito Marítimo de Marín, la colaboración de asociaciones, escuelas, institutos que dan valor al trabajo que esta sociedad viene realizando.

Sus actuales directivos pusieron ayer de manifiesto que "seguiremos trabajando un año más para que nuestro municipio crezca en el entendimiento de una cultura de paz, donde los valores humanos estén presentes en nuestras relaciones y aprendamos a cooperar en el bien común".

Socios de honor

En el transcurso del entrañable acto celebrado en el multiusos del Mercado, además de imponer las distinciones como socios de honor a Ceferino Nogueira, que recogió su viuda y su hijo Agustín, y a Luciano Santiago Pardavila, actuaron la Coral Lembranzas, la Banda de Música y se presentó la Banda Infantil.