La empresa Mango tiene luz verde provisional del Concello y de la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico para reconvertir el emblemático edificio del Gran Garaje en una nueva superficie comercial en plena "milla de oro" de Benito Corbal. Las solicitudes formuladas por la compañía de ropa para reaprovechar ese inmueble, recientemente cerrado, han recibido informes favorables de ambas administraciones al pretendido cambio de uso, pero se imponen condiciones. El Concello ordena conservar la fachada, como corresponde a un edificio protegido, mientras que Patrimonio va más allá y prohibe la intención de Mango de elevar un metro la cubierta, y ordena, asimismo, que se restaure el portalón de entrada al antiguo garaje.

Con estas exigencias, ahora la empresa deberá decidir si sigue adelante con su plan, que apuesta por crear un amplio comercio de ropa en los 900 metros cuadrados del recinto, con un espacio de atención al público en la parte frontal y el resto dedicado a almacén y otros usos, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Antón Louro, tras la comisión en la que se analizó este proyecto. Los trámites ante el Concello fueron realizados por la empresa Punto Fa, en nombre de Mango, que pidió información urbanística sobre el edificio.

El Concello ya se pronunció hace tiempo a favor del cambio de uso, de aparcamiento a comercial, y la respuesta de Patrimonio llegó recientemente, aceptando ese nuevo destino pero con las condiciones citadas, en especial destinadas a mantener intacta la estructura exterior del inmueble. La elevación de la altura de la cubierta en un metro rompería ese aspecto exterior, de ahí que Cultura desestime esa variación.

En la comisión se analizó la pretensión de otra empresa de instalar dos surtidores de combustible en la calle Otero Pedrayo, donde ya cuenta con una estación de lavado de coches. El Concello lo prohibe al ser incompatible con el suelo urbano.