La solicitud de reunión presentada por Salvemos a Fracha para abordar con el alcalde de Pontevedra el proyecto de la A-57 cumple dos meses sin respuesta. El colectivo contrario al trazado de esta autovía presentó el 2 de septiembre, por registro, esa petición. El silencio del gobierno municipal contrasta con la actitud de los responsables locales de Vilaboa, que ya han respondido afirmativamente a un encuentro en el que estarían presentes particulares afectados, comuneros y políticos de los dos municipios. Así, desde la asociación urgen a Miguel Anxo Fernández Lores a que deponga su actitud y acepte también participar en esta cita.

La plataforma reclama al gobierno pontevedrés que acepte la realización de esta cita o que, en último caso, simplemente le reciba en el Concello para abordar el estado en el que se encuentra esta vía de alta capacidad. Todo después de que desde Fomento se rechazasen buena parte de las alegaciones que fueron presentadas desde diversas instancias. Los afectados han manifestados sentirse "decepcionados" por la indiferencia con la que desde el consistorio han tratado sus preocupaciones acerca de una preocupación de la que vaticinan que apenas da servicio a la ciudad, advirtiendo de que causará serios daños a los núcleos de población que atraviesa.

Salvemos a Fracha contrapone esta manera de actuar con la que se ha mostrado desde el Concello de Vilaboa. Su regidor, José Luis Poceiro, apunta que "aquí el proyecto fue presentado a todos los vecinos y colectivos", mostrándose contrariado en relación a que en la ciudad no haya ocurrido lo mismo. "Me parece extraño que en Pontevedra no se hiciese; no sé a qué viene ese problema", reflexiona el edil socialista. Además, desde la asociación han subrayado que su intención final no sería tumbar el proyecto de circunvalación, sino mejorarlo. De ahí que insistan en la necesidad de reunirse con el alcalde pontevedrés, para que así recoja propuestas que después puedan ser trasladadas institucionalmente al Ministerio de Fomento.

Los residentes de los barrios afectados reiteran su objetivo es variar el trazado para que no perjudique de la manera que lo hace a los núcleos habitados y al territorio. Vaticinan, además, que una vez se resuelvan los pleitos que la plataforma de afectados prevé iniciar, el proyecto será anulado en los tribunales, "como los rellenos del puerto de Marín, el tren que atraviesa la plaza de Placeres, o la carretera de O Pino-Bora", ha explicado el presidente del colectivo, Salvador Calviño. Los vecinos de Marcón y Tomeza, en Pontevedra, al igual que los afectados de Figueirido y Vilaboa, en el municipio limítrofe, consideran que la ronda urbana proyectada y la liberalización del peaje de la AP-9, son la alternativas "más razonables y económicas" para lograr el mismo objetivo. "Pero ni las Administraciones se sientan a hablar, ni el Concello, que se supone que es quien debería defender a los vecinos, nos escucha", apunta Javier Bravo, vecino de Pintos.

Por otro lado, "Salvemos a Fracha" considera que el Concello de Pontevedra podría paralizar la tramitación del actual proyecto, presentando un recurso judicial. Pero, lejos de tratar de ejercer su influencia para mejorar el trazado, "ha decidido avalarlo con su silencio, tanto a las demandas de los vecinos como a los requerimientos de Fomento".

Los portavoces de la plataforma indican que desde el gobierno municipal se presentaron unas "escuetas alegaciones" al trazado actual, proponiendo que se sustituyan las excavaciones a cielo abierto, de 61 metros de profundidad entre los núcleos habitados, por túneles. El ministerio respondió que la creación de túneles es inviable técnicamente en las zonas propuestas y el ayuntamiento "no ha dado ningún paso más para mejorar el proyecto", según explican los portavoces vecinales.