La instalación de "lombos" en la Avenida de Marín a su paso por Estribela obligó ayer a poner en marcha un operativo de tráfico con la finalidad de garantizar la movilidad circulatoria entre Pontevedra y el municipio marinense. El especial dispositivo tuvo las principales repercusiones para los automovilistas que viajen en sentido a la capital ya que los trabajos que se acometen en la calzada llevan a que el tráfico de este carril se desviara por Marqués de Valterra durante toda la jornada, de manera que quede garantizada la circulación en ambos sentidos.

Esta actuación forma parte de un plan de mejora peatonal en la zona, que incluyó hace unos días el derribo de una vieja pasarela elevada sobre el vial. Con un presupuesto que ronda los 140.000 euros, se pretende "calmar el tráfico" en ese tramo de la avenida de Marín. Entre las mejoras añadidas figura el cambio de la iluminación pública, de modo que se elimine el actual "alumbrado de carretera, que apenas alumbra las aceras, por otro más acorde para los peatones". También se pretende ampliar una franja de estacionamiento pasarela a la plaza.