El acusado de un delito de estafa por hacerse pasar por representante de Mario Casas y Pablo Alborán fue condenado hoy a 9 meses de prisión tras reconocer los hechos y llegar a un acuerdo con el fiscal y la acusación particular, que ejercía el antiguo propietario de la discoteca Carabás de Pontevedra con quien contrató dos actuaciones de los dos famosos que nunca se llegaron a celebrar.

Tanto Casas como Alborán estaban citados a declarar como testigos y aguardaban en Madrid para comparecer mediante videoconferencia pero finalmente no fue necesario. El acusado se llama Javier Vázquez Ansorena.