La circulación peatonal por la plaza de Marqués de Valterra, en Estribela, y, sobre todo, en el vial que discurre ante ella, comenzará a cambiar a partir del próximo lunes, cuando se pongan en marcha las obras ideadas por el Concello y que incluirán la demolición de la vieja pasarela que sobrevuela en la actualidad la PO-11 para cruzar de una acera a la otra.

El gobierno local acordó hace tiempo el derribo de esa pasarela de madera y hormigón, cerrada por su estado de degradación, y el concejal Demetrio Gómez presentó ayer el proyecto de seguridad vial de la zona, que establece la creación en la avenida de Marín de tres pasos de peatones elevados (los populares "lombos"), así como diversos itinerarios peatonales.

Con un presupuesto que ronda los 140.000 euros, se pretende con estas medidas no solo reformar el ámbito de Marqués de Valterra sino también "calmar el tráfico" para que la avenida de Marín deje de tener una consideración de "autovía" para los conductores y comience a ser utilizada como una vía urbana en la que deben convivir peatones y vehículos, según apuntó el concejal. Entre las mejoras añadidas figura el cambio de la iluminación pública, de modo que se elimine el actual "alumbrado de carretera, que apenas alumbra las aceras, por otro más acorde para los peatones".

Aunque los trabajos en la zona comenzarán el próximo lunes, no será ese día cuando comience la demolición de la pasarela, ya que con anterioridad es necesario habilitar pasos de peatones alternativos. También está previsto reubicar los contenedores de basura y reparar una acera interior de la plaza, que está muy deteriorada.

La plaza de Marqués de Valterra se encuentra separada de la PO-11 por una valla destinada a impedir el paso de los peatones y obligarlos a cruzar por la deteriorada pasarela. Esta valla será suprimida con el fin de que se pueda acceder sin obstáculos a los futuros "lombos" previstos, pero también para crear plazas de estacionamiento en ese margen de la carretera.