"A ver, pero vosotros qué pecaditos vais a tener, criaturas. Ala, todos absueltos". La frase la repitió uno y otro año Peregrino Reboiras Torrado en el colegio Xunqueira II, en el que impartía clases su sobrina, la profesora Lourdes Reboiras, y al que acudía puntualmente cada curso el párroco de Santa María para aconsejar espiritualmente a los alumnos.

Consejos, los sabidos (no mentir, obedecer a padres y maestros, estudiar...) y las bromas, siempre diferentes. Y es que el humor, así como la cercanía y la humanidad, definieron a este sacerdote que fue recordado ayer en la basílica de la ciudad del Lérez.

En ella tomó posesión en el año 1952, para sorpresa y decepción de una parte de los fieles que no esperaban un cura "aldeano" al frente del principal templo de la ciudad. Pronto cambiaron de idea ante aquel sacerdote que siempre tenía una eficaz pero discreta ayuda para los más pobres o una palabra de consuelo para quien lo necesitase.

Se cuentan de él decenas de anécdotas, entre las más afamadas que proclamó en el altar que "la Virgen es como el cerdo, de ella se aprovecha todo", para estupor de todos los asistentes, incapaces de reprimir la carcajada, pero también refieren los que lo conocieron su intensa labor social, que fructificó por ejemplo en la creación de las Casas de Don Peregrino.

Lo recordaba José Luis Rodríguez García, que fue su colaborador en el entonces incipiente consejo parroquial de Santa María: "Don Peregrino fue un rompedor de moldes... Detrás de las anécdotas tenía un trasfondo muy importante, todos lo apreciábamos, porque era todo amor".

Le correspondió aplicar los avances introducidos por el Concilio Vaticano II y se esforzó por lograr una Iglesia más próxima y cercana a los problemas reales de los ciudadanos.

A este respecto, el que fue su coadjutor, Luis Alcántara Pedreira, lo considera el "alma mater de toda una evolución de la parroquia".

Fue precisamente Luis Alcántara, hoy párroco de Santiago Peregrino de O Burgo, quien encabezó en la basílica de Santa María el oficio religioso con el que los fieles recordaron el 25 aniversario del fallecimiento de Don Peregrino.

Ofrenda floral y exposición

El oficio religioso, en el que se dieron cita numerosos feligreses y también pontevedreses no creyentes que conocieron al sacerdote, concluyó con una ofrenda de dos centros florales, uno en nombre de la que fue la parroquia de Don Peregrino durante casi 36 años y otro del Gremio de Mareantes.

Las actividades dedicadas a Don Peregrino continuarán con una mesa redonda dedicada al sacerdote que se celebrará el próximo día 25 en la basílica.

El encuentro, que llevará por título "Don Peregrino sacerdote, Don Peregrino hombre y Don Peregrino pontevedrés", servirán para inaugurar una exposición fotográfica que repasa "los momentos más entrañables de su magisterio en esta parroquia", avanzan desde la comunidad de feligreses de Santa María.