El Concello de Caldas adjudicó la licitación de la obra de demolición del edificio ilegal de la calle Real. Tras reunirse ayer la mesa de contratación, se eligió la oferta de la empresa de Vilagarcía, Re-Corta, que lo hará por un importe de unos 94.000 euros, con un plazo de ejecución de cuatro meses.

Desde el concello destacaron la rebaja importante sobre la propuesta inicial, que era de 181.000 euros. De este modo costará casi la mitad de lo esperado. "Está claro que la rebaja era importante y eso fue determinante en la elección", destacó el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey.

Tras los últimos requerimientos administrativos, el viernes se realizará la adjudicación definitiva por lo que las obras podrían empezar la próxima semana, al estar considerado con carácter de "urgencia" en la propuesta. En cuanto al plan de trabajo, no se realizará ningún tipo de labor desde la calle Real, ni podrán instalar maquinaria en esta calle. En su lugar, las tareas las tendrán que realizar por la fachada que da a Porto do Río. Además el derribo se realizará verticalmente, empleando los patios comunes existentes hasta la planta baja y de ahí hacia el susodicho vial para la carga y transporte del material de deshecho.

La mesa de contratación tuvo que elegir entre nueve empresas la oferta final. La mayoría estaban en torno a los 100.000 euros, sin incluir el IVA, salvo la de Re-Corta, que era de 77.000 euros sin el impuesto.

Orden de derribo

El caso se remonta a 2002, siendo alcalde José María Tobío, cuando el fallo del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Pontevedra anulaba la licencia concedida por el Concello, algo que fue declarado firme en 2005 por otra sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Lo que había hecho el Concello para acatar la orden había sido vallar la fachada trasera del edificio y destinar a operarios propios para iniciar el derribo de tabiques y otros elementos no estructurales. Este trabajo fue fotografiado y reportado al juzgado para evitar una nueva multa coercitiva.