Está ya todo listo para que Pontevedra se convierta a partir del próximo lunes en la quinta ciudad gallega en disponer de un servicio de mediación familiar intrajudicial, dado que hasta ahora este sistema tan solo funcionaba en las ciudades de Santiago de Compostela, Vigo, Ourense y Lugo. No han pasado todavía dos meses desde que el Consejo General del Poder Judicial, la Universidade de Vigo, el Colegio de Abogados de Pontevedra y la Xunta hubieran firmado el convenio que posibilitaba la puesta en marcha de esta iniciativa y la semana próxima se prevé que se puedan comenzar a abordar los primeros casos.

¿Y qué supone para los ciudadanos pontevedreses la puesta en marcha de este servicio? Lo primero que conviene aclarar es que afecta a todos los conflictos de familia, que en Pontevedra asume en exclusiva el juzgado de primera instancia número 5. Se trata de facilitar una negociación entre las partes que presentan una demanda judicial por algún asunto de familia (un divorcio contencioso, liquidaciones de sociedades gananciales, custodias de hijos, tutelas, entre otros muchos), abrir un proceso permita a las partes llegar a un acuerdo y evitar así que sea una sentencia judicial la que acabe por dictar las normas por las que se regirán las relaciones entre los miembros de la familia que ahora se disuelve. Se trata siempre de procesos traumáticos para las partes, que tienen un coste emocional para los implicados y que no siempre es adecuado resolver mediante la rigidez que implica el sistema legal. La mejor forma de afrontarlo es a través de un acuerdo duradero y consensuado entre las partes, tal y como indican los expertos.

Ubicado en Campolongo

Por lo tanto, esta será una nueva opción para intentar evitar este coste emocional a las familias. Para ello contarán con el asesoramiento neutral de dos técnicos como son una psicóloga y una abogada.

Una de las curiosidades es que el juzgado de familia de Pontevedra no se limitará a informar de la existencia de este nuevo servicio. Con cada nueva demanda o proceso judicial que se inicie, el juzgado de primera instancia citará de oficio a las partes en conflicto para que acudan a un encuentro en las oficinas de este servicio, instaladas en los sótanos del edificio administrativo de la Xunta en Campolongo. Eso sí, la asistencia a este encuentro es voluntaria. Los implicados, además del asesoramiento neutral por parte de los dos profesionales que atienden este servicio, podrán asistir en compañía de sus propios abogados si así lo desean.

Sin pasar por el juzgado

También podrán acudir de motu propio todas aquellas personas que todavía no han iniciado el proceso judicial pero que pretenden resolver un conflicto de estas características. El acuerdo alcanzado será remitido posteriormente al juzgado que no hará más que darle validez legal.

En cualquier caso, volviendo a los asuntos que ya han iniciado su trámite en el juzgado, acudir al servicio de mediación no implicará una ralentización o paralización del proceso judicial, que discurrirá de forma paralela. Los tiempos judiciales, debido a la elevada carga de trabajo, permiten que haya tiempo suficiente para la mediación sin que ello afecte al discurrir de la causa en el juzgado. Es aquí donde se encuentra también otra de las ventajas de la mediación, que permite encontrar soluciones más rápidas a este tipo de conflictos que, de lo contrario, deberán esperar a la tramitación judicial, habitualmente más farragosa y lenta.

Menor coste

Por último, otra de las ventajas de este sistema es el coste dado que es gratuito para los administrados, frente a los gastos que implica un proceso judicial largo. Evidentemente, las administraciones reconocen también el beneficio que tiene para la propia Justicia este tipo de acuerdos, dado que alivian la carga de trabajo de los órganos judiciales.

En cualquier caso, todo este proceso de mediación, de alcanzarse un acuerdo, acabará siempre con una resolución del juez que dará validez legal a lo pactado y pondrá fin (o evitará en el caso de que no se haya iniciado) el largo proceso judicial.

Una vez que el sistema de mediación familiar intrajudicial se pone en marcha en Pontevedra, la idea de la Xunta de Galicia es extenderlo también a otras ciudades como es el caso de Lugo y paulatinamente extenderlo también a otras poblaciones de cierta entidad.