Salir a la calle y tener que buscar un bar resulta algo inimaginable en Pontevedra. La ciudad cuenta con una amplia oferta que le se sitúa al frente de las zonas con mayor concentración de este tipo de negocios por habitante. Y todo en un país que, asimismo, lidera esta clasificación en la Unión Europea.

Los datos hablan por sí solos: la urbe, junto con Sanxenxo y O Grove, es el municipio con mayor presencia de hostelería per capita de la provincia. Para una población ligeramente por encima de los 80.000 habitantes, los bares que acoge la ciudad son aproximadamente 700. En concreto, 689 según recoge la última entrega del Anuario Económico que edita La Caixa. Sanxenxo (menos de 18.000 habitantes), por su parte, albergaba 178 al término de 2013 y O Grove (11.000), 122. Pocos ayuntamientos aguantan la comparación. La proporción en la capital es de prácticamente 8,5 bares por cada 1.000 habitantes. Pero es aún mayor en las dos villas turísticas, que se sitúan en torno a los 10 bares por cada millar de vecinos.

La media en estos tres municipios se sitúa, por lo tanto, en torno a un establecimiento por cada 100 personas. Es un dato significativamente mayor que el que se registra en el conjunto del Estado. En España hay 350.000 establecimientos de hostelería, lo que dividido por los 47 millones de personas que residente en España supone una media de un bar por cada 132 personas.

De todos modos, Pontevedra, Sanxenxo y O Grove también han asistido a una disminución de este tipo de establecimientos durante la crisis. De hecho y según se recoge en este informe, en 2012 la urbe del Lérez tenía 27 cafeterías de las que mantendría al año siguiente. En el caso sanxenxino eran 13 más las que estaban abiertas. El tercer municipio perdió solo seis negocios.

Esta tendencia ha afectado al conjunto del país. Otro estudio, el del Centro de Investigación de Desarrollo e Innovación Turística (CIDET) de la Universidad Nebrija, evidencia las dificultades por las que atraviesa el sector. Así, se calcula que entre 2008 y 2012 fueron 50.000 los bares que echaron el cierre en España. La reducción de las ventas, el recorte de los precios y el aumento de impuestos y de costes como los energéticos o las licencias de terrazas, son algunos de los factores que se apuntan como causas de una situación que, sobre todo, ha afectado a negocios familiares.