Pertenece a la tercera generación de panaderos de su familia. "Trabajar con la familia no siempre es fácil", explica sonriendo el artesano pontevedrés Daniel Pampín, "y aunque en estos momentos no estoy trabajando en el obrador de mi familia si que soy la tercera generación de panaderos y actualmente he optado por seguir formándome un poco más, seguir practicando en panaderías y abriendo el oficio a todas las personas que quieran conocerlo, para que no haya ese, vamos a decirlo así, ocultismo que hubo antiguamente sobre los obradores y el oficio de la panadería".

-Se inició muy joven...

-Como en todos los oficios familiares, cuando tienes un tiempo libre ayudas y en mi caso empecé los fines de semana y festivos con 13 o 14 años, creo recordar, y después, a partir de los 16, ya acudía todos los días y actualmente me formo como técnico en panadería.

-Imparte cursos con una elevada demanda

-Si, la verdad es que últimamente el tema de la panadería está teniendo auge, por ejemplo colaboro en un grupo de Facebook y son 14.000 personas, un dato que dice algo, cada día hay más curiosidad por el mundo de la panadería y en mi opinión los panaderos tenemos que dar un paso adelante y con estas iniciativas creamos cultura del pan y además nos permiten diferenciarnos los que hacemos pan artesano del pan industrial, creo que debemos convivir los dos, pero no ser confundidos.

-¿Qué define al pan artesano?

-Los procesos, la materia prima, tenga en cuenta que cuando hablamos de pan industrial no nos estamos refiriendo a panaderías sino a grandes empresas que buscan esencialmente el dinero, así que recortan en procesos, en materias primas, en mano de obra cualificada, no les interesa el pan realmente sino generar un producto barato, en mucha cantidad y ganar mucho dinero, y en el caso de un panadero artesano es justamente el contrario, le interesa dar buenas materias primas, unos procesos que no son tan rentables y, sobre todo, dar buen servicio al cliente y que éste le ponga cara al pan.

-¿Se puede equiparar el valor alimenticio de uno y otro tipo de pan?

-En absoluto, en un proceso industrial el pan tiene que llevar ciertos ingredientes como mejorantes, conservantes, recortes en la calidad, en este caso prima quizás más lo económico que lo saludable, justamente al contrario de lo que sucede con los panes elaborados artesanalmente.

-¿Hay cada vez más afición al pan artesano?

-Más que interés diría que cada vez hay más curiosidad por saber cómo se hace, qué es lo que lleva dentro, qué procesos se hacen, y explicarlo nos permite no solo que la gente nos conozca sino que se respeta el oficio y vean realmente como es un producto artesanal, yo siempre que acabo un curso la primera impresión que me transmite todo el mundo es "que barato es el pan", es la sensación de todos porque se le enseñan los procesos, todas las materias primas, ven que no es tan fácil realmente hacer un pan, no es ninguna ciencia pero si incluye unos procesos que hay que aprender.

-¿Es difícil aprender a hacer panes?

-Hacer un pan un día no es difícil, hacer bien muchos panes muchos días eso sí que es muy difícil, una cosa es hacer un pan para tus amigos o para los familiares para poder regalárselo, pero realmente enfrentarte a la posibilidad de averías en la cadena de producción durante la noche, a los horarios, porque en un obrador estas muy sujeto a horarios, a las muchas dificultades que plantea producir muchos panes, de todo eso si que es necesario aprender.

-¿La cultura del pan está muy asentada en Galicia?

-Muchísimo, la cultura del pan en Galicia es muy muy fuerte, tenga en cuenta que si en toda España hay unas 10.000 empresas dedicadas a la fabricación de pan en Galicia tenemos más de un tercio de ellas, más de 3.000, lo cual prueba que hay mucha cultura del pan. ¿Qué pasa? Que lo que en los demás sitios es la excepción aquí es la norma y no valoramos lo que tenemos, ese quizás es el principal problema, si en Madrid hay una mayoría de pan malo cuando abre una panadería que ofrece ya no digo pan bueno sino simplemente decente se genera un boom, a todos les parece una maravilla, y aquí sin embargo lo raro es encontrar pan malo quizás, el problema es que los artesanos se plantean competir con el pan industrial y eso me parece un gran error, pero nos falta que el cliente lo aprecie y sea capaz de darse cuenta de que tenemos mucha suerte de tener este pan aquí.

-¿Hay secretos para hacer un buen pan?

-No, no hay secretos, para hacer un buen pan lo único que debe hacerse es respetar los procesos, las buenas materias primas, el amasado adecuado, masas madres etc, no tiene realmente un secreto sino respetar, de modo que el único secreto para hacer un buen pan es la honestidad