"La gente de Marín es muy generosa y colabora mucho con el comedor", declara la administradora del comedor social en referencia a los más de mil kilos de alimentos no perecederos, además de una importante suma de dinero en efectivo, recaudados en el pasado festival del kilo de Marín.

Estos alimentos, entre los que abundan "las lentejas y garbanzos", abastecerá a los necesitados que acuden al comedor durante "unos meses" porque "son alimentos que se consumen mucho porque atendemos a muchos comensales", explica la religiosa administradora de esta institución benéfica. No obstante, matiza que la colaboración ciudadana y de las instituciones no se limita solamente a un día al año, "hay mucha gente que colabora de forma anónima y otros vecinos, cuando van al supermercado, compran alimentos para el comedor". Destaca además la importancia de la labor solidaria de algunos marinenses que "nos abastecen de patatas y pan durante todo el año de manera desinteresada", puntualiza.

En verano el número de necesitados es mucho mayor, y sobre todo los sábados o días festivos, porque comedores de otras ciudades cierran y "tenemos muchos comensales, más que puestos, pero se pone un segundo turno".

La responsable del comedor explica que "abrimos todos los días menos los domingos, pero los sábados se llevan alimentos para el domingo, por si los necesitan, como leche, galletas o yogures. El resto de días, no solo comen, sino que también se llevan un bocadillo para la merienda". Cada día, las personas que acuden al comedor pueden degustar un menú formado por primer y segundo plato, además de un postre compuesto por fruta y dos yogures.

Sin embargo, a pesar de la colaboración de vecinos e instituciones, el comedor todavía tiene necesidades porque "nos gusta que coman bien y entre los organismos y donativos vamos caminando, pero siempre se puede mejorar", sostiene la encargada, a la vez que afirma que atienden a diario a 80 comensales, además de 45 familias que recogen semanalmente un carrito de alimentos.