La tradición marca que el Corpus Cristi se celebra el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera, pero desde hace años la celebración se ha trasladado al domingo para facilitar la asistencia de los fieles, así es que la Octava del Corpus también fue este año en jornada dominical.

Los más madrugadores fueron los vecinos de Campolongo, que alfombraron distintos tramos alrededor de la iglesia de San José para recibir a la custodia del Santísimo a su paso por las inmediaciones del templo.

En el desfile participaron también los niños de Primera Comunión, que arrojaron pétalos a la custodia durante la parada que realizó mediado el desfile.

Éste convocó a numerosos vecinos y fue acompañado por una banda de gaitas. Todos ellos procesionaron sobre las alfombras confeccionadas con pétalos multicolores, hojas, semillas, conchas y café.

Por su parte, la Octava del Corpus, el desfile conocido popularmente como Chucurruchú, salió como cada año par desde la basílica de Santa María. Por primera vez se celebró en domingo (habitualmente era el jueves) y, siguiendo la tradición, seis socios del Gremio de Mareantes portaron el palio.

Tampoco en este caso faltó la música ya que el desfile fue acompañado por una banda de gaitas.

El presidente de los Mareantes, José Luis Arellano, portó el cetro del Santísimo, uno de los símbolos tradicionales de la organización gremial, a la que también representaron San Miguel y el cetro de Teucro.

Asimismo, este colectivo participó con los pendones de San Miguel y San Telmo, dos de los patrones del gremio más antiguo de la ciudad y del que forman parte 425 socios de familia, de modo que cerca de 2.000 pontevedreses están ligados a esta organización que hunde sus raíces en la Edad Media y que en este 2014 volvió a revivir su tradicional Chucurruchú.