En junio de 1989 un grupo de jóvenes de Poio decidieron reunirse semanalmente para jugar al fútbol sala. Un costumbre a la que se acabaron enganchando, siempre los lunes hacia la tarde-noche. En estos 25 años son muchas las cosas que cambiaron, pero estos aficionados a la pelota continúan fiel a su cita.

"Os do luns", como se les conoce en el pabellón de A Seca, conmemoran el cuarto de siglo de su tradición. Un tiempo en el que han tenido que lamentar el fallecimiento de algunos de los integrantes o asistir a la regeneración de los equipos. De los que comenzaron son apenas media decena los que continúan, pero estas 'pachangas' han ido incorporando en total a algo más de 100 futbolistas amateur.

Cenas en juego

Cada nueve semanas se eligen dos capitanes. Ambos tienen que confeccionar su respectivo equipo para enfrentarse durante los siguientes dos meses. El que pierda en el cómputo de esos duelos paga una cena.

El alcalde, Luciano Sobral, se reunió ayer con este grupo de amigos, a los que felicitó por su vocación deportiva. Para celebrar el singular aniversario, se preparó una gran paella. Como no, antes de degustarla los responsables de esta tradición disputaron un partidillo.