El marisqueo de la ría de Pontevedra afronta "el peor año que se recuerda", una situación que acaba de agravarse por el cierre de los últimos bancos que permanecían abiertos en el fondo de la ría. El repunte de toxina obligó a cerrarlos este martes e impide extraer bivalvo a 400 trabajadoras. La situación resulta especialmente delicada si se tiene en cuenta que desde el 11 de abril solo faenaron siete días.

La presidenta de la cofradía de San Telmo asegura que en el sector resulta imposible encontrar un ejercicio tan negativo como éste. "Yo no me acuerdo de nada parecido y ya llevo 30 años", expone María del Carmen Simón. La dirigente de este pósito subraya lo anómalo de un panorama en el que la única solución radica en "volver a pedir la prestación" al Instituto Social de la Marina (ISM). Una ayuda económica que se volverá a solicitar a partir del 1 de julio.

"Esto es una ruina para todos, para todo el sector; nos afecta a las mariscadoras, pero también a las lonjas, que se quedan sin ingresos, y también al resto del sector", explica Simón, lamentando que por ahora se desconozca los motivos de tanta incidencia. "Nadie recuerda que hubiese tanta toxina y tan agresiva; toxina siempre hubo, pero solía ser en el mes de octubre o, algún año, en Semana Santa, pero no como la estamos sufriendo ahora", recalca la responsable de San Telmo. Además, evidencia la resignación con la que el marisqueo tiene que asumir este tipo de situaciones. "No se puede luchar; si los bancos están con toxina, solo se puede esperar", indica. En todo caso puntualiza que confía en que los biólogos de la Xunta puedan llegar a alguna conclusión acerca del porqué de tanto positivo por toxina.

El marisqueo de la ría pontevedresa sufrió este nuevo revés en los bancos más próximos al fondo de la ría. El repunte de toxina en la zona V ahonda en la crítica situación de las 400 mariscadoras de las cofradías de San Telmo, Raxó y Lourizán que trabajan en esta zona y que llevan esos más de dos meses sin poder faenar con normalidad. La decisión que se adopta en esta zona, la de los arenales más próximos a Pontevedra, afecta a la extracción de almeja. La captura de navaja y longueirón está permitida. La comunicación del cierre por parte del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) se produjo el miércoles a mediodía.

Tal y como ha avanzado María del Carmen Simón, la medida que se prevé adoptar para contrarrestar esta obligatoria inactividad es la de solicitar la prestación ante el ISM. Precisamente este organismo está estudiando las peticiones que cursaron desde las cofradías de Raxó, San Telmo y Lourizán por la falta de trabajo en mayo. La clave radicará en que desde esa entidad consideren que la inactividad por la presencia de la toxina es un paro "por fuerza mayor". Una opción de la que hay un precedente en Galicia, por una riada que se llevó por delante una playa autorizada para la extracción de molusco.

La tensa espera en el sector tendrá en el mejor de los casos una respuesta que se quedará lejos de cubrir los ingresos medios de una mariscadora en un mes de trabajo. Desde las cofradías calculan que la ayuda que el ISM analiza si concede o rechaza apenas supondría ese 80 por ciento del salario mínimo interprofesional, establecido actualmente en 645,30 euros.