La vecina de Marín a la que la Consellería de Traballo e Benestar retiró la custodia de cuatro de sus hijas, al encontrarlas en situación de "desamparo", percibe unos ingresos de unos 3.000 euros mensuales, derivados de las pensiones de viudedad y orfandad de sus siete hijos. La mujer, que ronda los 40 años de edad, tiene nacionalidad namibia, de donde llegó en 2006 a Marín, acompañando a un marinero marinense con el que se casó. Actualmente está viuda, tiene siete hijos, dos de los cuáles viven con familias de acogida desde hace tiempo.

El pasado miércoles, la Consellería de Benestar le quitó la custodia de cuatro de sus hijas, de entre 9 y 14 años de edad, fruto de su matrimonio con el marinero de Marín fallecido. El departamento de Menores alegó una situación de "desamparo" de las menores, dictaminada por un trabajo de investigación de los servicios sociales, que se viene realizando desde hace tiempo.

Según indicaron los vecinos y conocidos de esta mujer, que reside en un piso de la calle Ezequiel Massoni de Marín, la afectada tiene importantes ingresos gracias a las pensiones que percibe, si bien sufre un problema de adicción a sustancias estupefacientes que le llevan a dilapidar todo el dinero que ingresa. En los últimos meses incluso le han cortado la luz de su piso por impago.

Para cuidar a sus hijos venía contando con el apoyo de su suegra, madre del fallecido, que supera los ochenta y cinco años de edad.

Siete hijos

Además de las cuatro menores que el pasado miércoles le retiró la Consellería de Benestar, la mujer es madre de un chico que está a punto de alcanzar la mayoría de edad, que reside con ella, y de otros dos pequeños, que ya fueron entregados a familias de acogida. El último de estos menores tiene solo unos meses.

Hasta llegar a la situación de quitarle la patria potestad de estas cuatro niñas, la mujer recibió apoyo por parte de los servicios sociales de Marín, que en varias ocasiones trataron de ayudarle para reconducir la situación del hogar.

Desde el departamento autonómico de Menores señalaron ayer que cuando se llega a retirar la custodia de unos menores a sus padres, es porque todos los protocolos alternativos han fallado y porque se ha comprobado la situación de vulnerabilidad y desamparo en la que se encuentran los niños.

El proceso de investigación previa es muy estricto, según señalaron desde la consellería, y a la retirada de los niños solo se llega cuando los equipos multidisciplinares que intervienen en esta investigación avalan esta decisión extrema.