"Recordar es volver a vivir". Así comenzó Ángel García Carragal la intervención con la que abría la "I Xuntanza da Mocedade da Cañota", hace cinco años, y así inició ayer la celebración del quinto aniversario de "A Cañota na Memoria". El acto estuvo especialmente dedicado al colegio de A Laxe, donde se han formado casi todos los vecinos de este barrio marinero desde hace más de cuarenta años.

Por eso la fiesta de ayer contó, entre otros, con la participación de Antonio Prado, antiguo alumno y uno de los niños que estrenaron el colegio, así como su primera directora, Margarita Pérez Angulo.

El actual director del colegio, Francisco Suárez, recibió una distinción de "A Cañota na Memoria", y también intervino en el acto la presidenta del Anpa, Maite Tobío, quién se encargó de entregar un ramo de flores a la primera directora del centro. El homenaje contó también con la presencia de la alcaldesa, María Ramallo, quien hizo una semblanza de esta escuela, además de explicar la situación actual y los planes de futuro para sus instalaciones.

El presidente de "A Cañota na Memoria" y organizador del encuentro, Ángel García Carragal, recordó aquel colegio de barrio de hace cuarenta años. "O colexio da Laxe significou unha continuidade daquelas escolas unitarias de nenos e nenas ás que acudiamos na Cañota para recibir as enseñanzas, e de cando en vez algún tirón de ourellas ou algún castigo, como o de cara á parede, daqueles recordados mestres: don Santiago, dona Carmen, don Ramón, dona Magolla... Recordades o leite en pó e aquel queixo americano de color amarelo, aqueles pupitres co tinteiro empotrado onde mollabamos a pluma, tamén chamado tanxo, para escribir, e aqueles pizarrillos que máis que escribir o que facían era raiar a pizarra... Tempos aqueles".

También explicó lo que este barrio marinero ha significado para sus habitantes. Un barrio, dijo, "formado por xentes humildes e traballadoras onde pasamos os anos máis importantes da nosa vida, pois na Cañota fomos criados, na Cañota medramos, na Cañota fíxemonos homes e mulleres de ben, e na Cañota tamén namoramos (...) Non podemos esquecernos nunca meus queridos amigos e amigas, da Cañota onde a pesar das diferencias que existían, formábamos unha soa casa, unha soa familia".

Los asistentes pudieron conocer algo más sobre la toponimia del colegio y el barrio gracias a un video elaborado por los alumnos de A Laxe. Tras la celebración en el pabellón polideportivo, los asistentes se dirigieron a la propia barriada, donde la asociación cultural organizadora realizó una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a sus primeros pobladores. Para reponer fuerzas, la fiesta concluyó con una cena en el Mesón do Arrieiro.