Docenas de amigos y compañeros de trabajo de Alberto Yrago Muíño, el guardia civil fallecido el viernes en un accidente de moto en Ribadumia, acudieron ayer al tanatorio de Poio para dar el pésame a la familia del agente, que deja viuda y dos hijos menores de edad. Los restos mortales de Yrago llegaron al tanatorio a mediodía, y a las 17,30 horas de hoy serán conducidos a la iglesia de San Xoán de Poio, situada junto al monasterio, pues era oriundo de esta parroquia.

Yrago, que residía con la mujer y los niños en la casa cuartel de Cambados, conducía sobre las 23,25 horas del viernes una motocicleta marca Honda por la vía rápida Ribadumia-Cambados en sentido a esta última localidad cuando por razones que no han trascendido embistió por detrás a un Citroën Xsara.

Yrago estaba disfrutando de un día libre, y poco antes de medianoche estaba a unos 200 metros de llegar a la conocida como rotonda de Os Castaños, cuando impactó con el coche, que conducía un joven de Sanxenxo y en el que viajaba una segunda persona. El siniestro se produjo en una zona recta.

El guardia civil quedó tendido sobre la carretera y sufrió heridas muy graves. El 061 envió al punto una ambulancia con personal médico del centro de salud de Cambados, y aunque los equipos sanitarios intentaron reanimarle durante varios minutos no fue posible salvarle la vida.

La moto quedó a una docena de metros del cuerpo sin vida de Yrago (en el carril de sentido hacia la autovía) mientras que el coche se detuvo en las inmediaciones de la rotonda. Cuando llegaron los equipos de atestados se cortó al tráfico en el carril donde estaban la motocicleta y el cuerpo, mientras unos agentes tomaban datos y mediciones del lugar y otras recogían las declaraciones de los ocupantes del Xsara.

Deportista y "motero"

Alberto Yrago era desde hace años el portero del equipo de fútbol sala con el que la Guardia Civil de Cambados disputaba la liga A Pedra de fuerzas y cuerpos de seguridad. También había formado parte del club motero Os Trasnos, de Ribadumia. De hecho, la entidad le recordó ayer con un "post" en su página de Facebook, en el que avanzaban que darían "gas y ráfagas al cielo" con sus motos en homenaje a él durante la concentración motera que se celebra precisamente este fin de semana en Ribadumia.

El guardia fallecido también tenía muchos amigos en otros cuerpos y fuerzas de seguridad. Tras el accidente, por ejemplo, acudió al punto para echar una mano una patrulla de la Policía Local de Cambados. Agentes de este cuerpo, así como de la agrupación de voluntarios de Protección Civil se desplazaron ayer a Poio para dar el pésame a la familia del guardia.