La asociación de vecinos de San Bartolomé de Xesta, una de las parroquias más afectadas por esta oleada de robos, mostró ayer su satisfacción y alivio por la detención de esta banda de rumanos. Su presidente, Enrique Vaqueiro, añadió que "desde mi particular punto de vista creo que el Gobierno debería tomar las medidas adecuadas dentro de la legalidad vigente para tramitar expedientes de expulsión para este grupo de personas". Asegura que "es el sentir mayoritario de los vecinos de Xesta".

A Lama es un municipio origen de un elevado número de emigrantes a lo largo del siglo XX, en especial a México, por lo que Vaqueiro recuerda que "la emigración es un fenómeno bien conocido en Xesta, en la que muchos hombres y mujeres tuvieron que dejar su lugar de nacimiento para desarrollar una vida mejor en otro país, no sin penurias y problemas". Pero aclara que "un emigrante debe comportarse dignamente en el país que lo recibe ya que de lo contrario tiene que haber consecuencias", de ahí que se pida su expulsión.