Los emprendedores de la provincia que dieron un paso adelante y abrieron un negocio en los cinco primeros meses del año invirtieron en el proyecto una media de 60.000 euros, según se deduce de los datos recogidos en los últimos balances anuales del Registro Mercantil y de la Seguridad Social que publica el INE. Supone un incremento en el desembolso inicial de algo más del 30% respecto al mismo período del año 2013 cuando los pontevedreses que optaron por crear una sociedad hacían un aportación media de 45.500 euros.

Aún así el incremento del capital social registrado no alcanza todavía el nivel de 2012, hasta entonces la media más baja desde el estallido de la crisis y estaba en 65.000 euros.

Cuantías menores

A pesar de estas cifras, que se corresponden con firmas societarias, los emprendedores pontevedreses encuentran fórmulas y apuestas empresariales que conllevan inversiones iniciales más bajas. Es el caso, sobre todo, de los autónomos que se decantan por oficinas técnicas, despachos profesionales o servicios de reparación o mantenimiento de edificios, empresas o industrias. Es con la consolidación de la actividad y la ampliación de la cartera de clientes cuando afrontan el desembolso mayor y para entonces, si toda ha ido bien, ya disponen de ingresos.