Un nuevo proceso constituyente, que rompa con la herencia franquista y la segunda restauración borbónica y que reconozca el derecho a la autodeterminación. El BNG reafirmó ayer en un acto político, celebrado en el Teatro Principal, su rechazo a la Monarquía "arcaica, antidemocrática, corrupta y antinacionalista" que sustenta el "régimen español" y reivindicó la República Galega como expresión de la voluntad popular, del derecho de los gallegos a dirigir su destino.

Los tres oradores del acto -los concelleiros Luis Bará y Carme da Silva y el alcalde Miguel Fernández Lores- subrayaron que los nacionalistas gallegos no están por un referéndum para decidir el modelo de Estado."Es un trampa" recalcaron para añadir "los derechos no se votan se ejercen". Además, recordaron, es cuando menos un sinsentido reclamar un referéndum para decidir la continuidad o no de la Monarquía cuando la Constitución deja en manos del Rey la responsabilidad de convocar los referendos (art. 62)

Lores volvió la vista atrás para recodar que el sistema político actual, con la Monarquía incluida, "se cocinó en la Transición" con el apoyo del entonces PP y de la progresía española que dieron carta de naturaleza a una Constitución que sanciona la "unidad" de España y niega los derechos de nación a Galicia, País Vasco y Cataluña y que además hace del Rey, como jefe de las Fuerzas Armadas el garante de esa unidad territorial. "Los nacionalistas gallegos hicimos campaña y votamos no a la Constitución" .

Da Silva y Lores aprovecharon para criticar al PP, al que reconocieron su coherencia al declararse monárquicos y sobre todo al PSOE (coartífice del bipartidismo españolista) y a IU por pedir un referéndum cuando en 1978 y dijeron sí a la Constitución que sentó en el trono a Juan Carlos I.