La aprobación del pliego del contrato para la recogida de basura ha generado malestar entre las asociaciones vecinales del municipio. Los colectivos lamentan que el bipartito no incluyese sus propuestas a las condiciones que regirán el servicio y exigen, sobre todo, que se aplique una sustancial rebaja sobre el precio que se paga ahora. Recuerdan que Poio tienen una de las tasas más elevadas de la provincia y que la próxima concesionaria reducirá a días alternos su paso por el rural (ahora es diario con la excepción de los domingos).

Los representantes vecinales hicieron un repaso por los principales puntos del nuevo contrato, que el gobierno municipal confía en poner en marcha a lo largo del próximo año, durante un encuentro que se desarrolló en el centro Xaime Illa. Participaron integrantes de las agrupaciones A Laxe de Raxó, O Pereiro, Lourido y Campelo. Coincidieron en señalar que hay "varios puntos de desacuerdo" con lo que se plantea desde la administración local, pero es el elevado coste del recibo lo que genera buena parte de las críticas.

Son prácticamente 110 euros la cantidad que los poienses están pagando anualmente por la recogida de basura. Un dato que se sitúa a la cabeza de la provincia y que desde las asociaciones han reprochado en más de una ocasión. Más si cabe ahora al considerar que seguirán pagando lo mismo por un servicio con menores frecuencias en varios núcleos de población. Los planes pasan por realizar la recogida en las zonas más alejadas de la PO-308 en días alternos. Ahora se está haciendo de lunes a sábado. A pesar de eso, desde el Concello han rechazado que el próximo contrato vaya a suponer algún tipo de rebaja en lo que pagan los ciudadanos.

Lo que sí se ha apuntado es la posibilidad de que el recibo de domicilios rurales se pueda reducir mediante la aplicación de alguna medida "verde". Así, el edil de Facenda, Xulio Barreiro, ejemplificó en las últimas semanas que el uso de composteros en las viviendas unifamiliares podría llegar a tener efecto en la reducción del recibo. Algo con lo que se quiere compensar que el coste se mantenga igual para aquellos que viven en zonas urbanas y quienes residente en núcleos rurales. El concejal nacionalista aseguró en todo caso que la recogida alterna se limitará a las "partes altas" del municipio.

Todo ello fue ya trasladado en la entrevista que mantuvieron los vecinos con el gobierno local a finales del pasado mes. Pero las asociaciones lamentan que no se tengan en cuenta sus iniciativas. Por ello adelantan que a lo largo de esta próxima semana remitirán un escrito más amplio con el que dejarán patente su rechazo a las condiciones por las que se regirá la próxima adjudicataria del servicio.

Dieciséis años

El nuevo contrato se firmará por 16 años, aunque transcurridos los primeros ocho años la empresa adjudicataria estaría obligada a renovar todos los contenedores y los vehículos. Con ello se pretende evitar la situación actual, en la que la concesionaria en vigor mantiene una flota de camiones anticuada que no es todo lo efectiva que resultaría deseable. El contrato que se firme, además, se podrá prorrogar dos años más.

Con respeto al importe económico, el precio de licitación es de 800.000 euros anuales y el Ayuntamiento prevé que se establezcan actualizaciones periódicas que siempre quedarían por debajo del 75 por ciento del IPC de cada ejercicio. Ahora el Concello está pagando del orden de 600.000 euros anuales a Cespa.