La imposibilidad de conseguir que las entidades financieras (Bankia, Novagalicia Banco y Banco Gallego) pongan a disposición del astillero las pólizas de crédito comprometidas (dinero circulante) en el acuerdo marco de 2012 y el lastre que supone la no botadura del casco de la unidad C-158, que despejaría la vía más grande y de mayor capacidad de ingresos abocan a Factoría Naval de Marín a iniciar el camino de un nuevo procedimiento concursal, el tercero en poco más de cuatro año.

La dirección, siguiendo el dictado del consejo de administración celebrado el 26 de mayo, presentó el pasado martes la solicitud de preconcurso de acreedores en el registro judicial de A Parda con el fin declarado de "conseguir, durante las próximas semanas, el respaldo necesario por parte de las entidades financieras que dé viabilidad al proyecto y garantice el mantenimiento de los puestos de trabajo". Previsiblemente será el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra el que se haga cargo del caso ya que fue este órgano jurisdiccional el que vio el concurso de acreedores de 2010 y el preconcurso de 2012. Ambos procesos se saldaron con una drástica reducción de la plantilla -a día de hoy reducida a una treintena de trabajadores- y una sucesión de acuerdos y quitas con los proveedores que supusieron la condonación de cerca de 22 millones de euros de deuda. En el medio la Consellería de Industria entregó a Factoría, en sucesivos acuerdos, más de 22 millones de euros en ayudas directas o avales.

El acuerdo marco de abril de 2012 al que alude la dirección de Factoría Naval y que los bancos no estarían cumpliendo fue el que permitió eludir al astillero radicado en el puerto de Marín, en tiempo de descuento, lo que iba a ser su segundo concurso (antes suspensión de pagos) en menos de veinte meses y le abrió la puerta a la continuidad empresarial que ahora vuelve a estar en entredicho a pesar de que en este tiempo la firma marinense se abrió hueco en el mercado de la reparación de buques y se convirtió en referente reconocido por el sector para la puesta a punto de barcos atuneros. Además, recalcan desde el astillero y confirman distintos proveedores, la carga de trabajo continuada que tienen desde febrero de 2013 genera ingresos suficientes para mantener al día los pagos a proveedores, las nóminas del personal y los gastos corrientes.

Negociación infructuosa

Según explican desde el consejo de administración, que preside el empresario valenciano José María Suescun, en diciembre de 2013 se celebró una junta general de Factoría Naval para analizar la situación financiera de la compañía "decidiéndose el inicio de negociaciones con las entidades financieras" a las que se hizo las oportunas propuestas de refinanciación.

Seis meses después "y a pesar del esfuerzo realizado en el proceso de negociación", subraya Factoría "no ha sido posible hasta el momento la disposición de las pólizas de crédito habilitadas" en el acuerdo ,lo que genera una asfixia financiera que ya resulta insostenible.

Por otra parte el lastre de la unidad C-158 citado por fuentes empresariales tiene que ver con los obstáculos encontrados en la puesta a flote del casco del megavelero que iba a dedicarse a cruceros de lujo con el nombre de Ocean Cloud Hussar y que está "abandonado" en el dique de Factoría desde hace tres años. Ocupa la vía más grande y la que, además de duplicar la capacidad de trabajo del astillero, tiene un mayor potencial de ingresos ya que puede acoger buques más grandes y que tengan que someterse a trabajos más complicados, como puede ser una reforma.

Por avatares empresariales la unidad 158, que por otra parte está en venta, pertenece a Bankia, una de las tres entidades financieras que se resisten a poner circulante en manos de Factoría Naval de la que también es accionista.

Mientras la dirección trata de resolver los graves problemas financieros que le han conducido a la presentación del nuevo preconcurso de acreedores, el astillero sigue trabajando con normalidad. De hecho el pasado 27 de mayo subió a grada el "Capricorn", un arrastrero congelador construido en 1989, que está siendo sometido a tareas de mantenimiento y puesta a punto y que había tomado el relevo del "Txopituna Dos", un barco atunero que había dejado Factoría rumbo al caladero del Pacífico.

Además el departamento comercial mantiene su agenda intacta. En cartera tienen un contrato de reparación de un atunero en septiembre y están "muy bien posicionados"para hacerse con la reparación de dos bulk carriers que llegarían a Factoría en julio y agosto.