Diez empresas, entre ellas algunas constructoras e incluso compañías de ascensores, pugnan por hacerse con las obras de reparación de la estación de autobuses, unos trabajos que la Consellería de Medio Ambiente licitó en abril pasado y que podrían estar adjudicadas este mes. Las ofertas económicas plantean rebajas entre un 12 y un 20% sobre el presupuesto inicial, que era de unos 189.000 euros, más IVA. Así, la Xunta estudia propuestas que oscilan entre los 149.000 y los 165.000 euros (a los que hay que añadir el IVA). Esta última oferta es la que cuenta, hasta ahora, con la mayor puntuación.

Tras años de deterioro y después de numerosas quejas de usuarios y Concello, este plan de mejoras en la estación no atiende todas las deficiencias del recinto pero sí trata de poner coto a algunas de las más acuciantes. Así, la mejora de la accesibilidad, instalando ascensores para los pasajeros, la eliminación de las filtraciones de agua que padece la terminal y diversas reparaciones en los baños constituyen los ejes de este plan de choque. Su plazo de ejecución es de tres meses, por lo que los trabajos en la terminal se desarrollarán previsiblemente en pleno verano.

Hasta el momento, la Xunta ha realizado desde el 12 de mayo hasta tres reuniones de la mesa de contratación de este proyecto, que alcanza los 230.000 euros, si bien se licitaron conjuntamente actuaciones en Pontevedra, Vilagarcía y Marín. La última de estas citas fue ayer mismo, cuando se conocieron las ofertas económicas de las diez aspirantes.

En materia de accesibilidad se plantea la demolición de las escaleras mecánicas, "que se encuentran deterioradas, lo que exige su reposición o eliminación". La concesionaria explicó que "estas escaleras tenían problemas por la incorrecta utilización, lo que supuso que se produjeran varios accidentes". Para sustituirlas "se proyecta la disposición de dos ascensores", lo que obliga al "cierre provisional en la oficina de despacho de billetes en el semisótano". Estos dos ascensores tendrán una capacidad máxima de 13 personas cada uno". Otra actuación de accesibilidad es el cambio de apertura de las puertas en el vestíbulo de la estación. Al menos una de ellas abre hacia el interior, que hay que corregir.

En cuanto a la impermeabilización, el proyecto señala que "en origen, la cubierta de la estación era plana, pero por problemas de estanqueidad, años después se dispuso una cubierta inclinada , con un canalón interior bordeando los dos niveles de cubierta del edificio". Este canalón se encuentra en malas condiciones, "lo que conlleva el paso de agua de lluvia al interior del vestíbulo". La solución elegida es la impermeabilización del canalón, pero no cambiarlo, ya que de este modo se "minora el coste, el plazo de ejecución y los riesgos de la afección del agua de lluvia".

La tercera fase de obras se centra en los aseos y algunos pavimentos. Así, se cambiarán las deterioradas losetas de mármol de los baños por baldosas de gres. En estas dependencias también se completarán sus piezas, de modo que todos los aseos queden totalmente equipados, ya que también se colocarán grifos y otros elementos. En cuanto a la pintura, se destaca que "en general, los paramentos pintados se encuentran en buen estado de mantenimiento", si bien apunta que habría que "repasar las zonas afectadas por las humedades".