Ante la avalancha de casos que se registran, organismos como Cáritas destacan que cada vez es más complicado obtener los recursos necesarios para hacer frente a estas situaciones de emergencia social. En este sentido, señalan que es importante colaborar en las campañas de captación de fondos o donativos que puedan realizar estas ONG. Sin embargo, indican que para poder afrontar todas las situaciones de emergencia sería preciso una mayor implicación parte de las administraciones para evitar estas situaciones de pobreza energética.

En algunos casos, los servicios básicos los prestan los propios concellos a través de empresas concesionarias, como es el caso del abastecimiento de agua, por lo que se podrían buscar fórmulas para ayudar a estas familias en riesgo de exclusión.

La administración autonómica ha sido una de las que ha mostrado su intención de actuar para intentar frenar las consecuencias de esta "pobreza energética". La Xunta creará un bono social a través del cual prevé pagar parte de la factura y al que podrían acceder aquellas familias que con rentas inferiores a 532 euros mensuales. Se priorizarán también aquellas familias que cuenten con menores a su cargo. Se desconoce por ahora cuando podría estar disponible este bono, aunque el momento de mayor necesidad es, como es lógico, el invierno.

Estos son factores que también tienen en cuenta las ONG a la hora de conceder estas ayudas. La presencia de menores o personas dependientes en el núcleo familiar que solicita la ayuda es una circunstancia a tener en cuenta a la hora de conceder o no la prestación.

Según el Instituto Galego de Estatística, en Galicia son casi 250.000 los hogares que carecen de una temperatura adecuada, un número que creció de forma ostensible desde el inicio de la crisis.