El Sexto Edificio del Museo acogerá el próximo día 30 la presentación del libro "Pedro Madruga, Cristóbal Colón, de Galicia al Nuevo Mundo", la primera obra del médico pontevedrés Aquilino Fariñas y en la que novela la teoría del origen gallego del navegante.

-¿De dónde surgió la idea de ficcionar la teoría coloniana?

-La capacidad de difusión de la teoría coloniana clásica es, desde mi punto de vista, bastante limitada. Está enfocada sobre todo a personas iniciadas en el tema o que tienen un interés específico y determinado en ello. La posibilidad de hacer, de convertir toda la teoría en un proceso narrativo de ficción, pero apoyado y sustentando en las circunstancias históricas reales y fidelignas, me parecía un modo eficaz de hacer que la teoría llegase a un mayor número de gente y, sobre todo, que se volviese un poco más interesante porque la narrativa como tal tiene esa característica, permite que gente se introduzca un poco más en el desarrollo de la acción y es un método para ir introduciendo las claves que sustentan toda la teoría clásica coloniana. El tema en sí tiene elementos narrativos muy interesantes, es pura historia del siglo XV en Galicia y en España, los elementos son, desde ese punto de vista, muy interesantes.

-¿En qué momento arranca la novela?

-En el nacimiento en Portosanto, en Poio, del bastardo del señor de Soutomaior, que en realidad al ser bastardo adquiere el apellido de su madre, que es Colón. Ahí comienza la novela, luego continúa con los pasos que ya conocemos, que sabemos en profundidad de la teoría coloniana, con su ingreso en el monasterio de Tui, donde entra en contacto con el latín, con la disciplina académica propia de los lugares de saber, que en aquella época eran exclusivamente los monasterios, los únicos sitios donde podía accederse a un nivel de cultura superior, y luego el contacto que tiene ya con su medio hermano Álvaro de Soutomaior, que al no tener descendencia decide legitimarlo, aunque eso se hace más tarde, y posibilita su entrada en un barco de A Moureira, de los que visitaban frecuentemente el puerto. A partir de ahí comienza toda la experiencia marinera de Cristóbal Colón niño y joven, desde los 14 años, un periodo que es desconocido tanto en la vida de Pedro Madruga como Colón, todo ese tiempo del aprendizaje, que muchos historiadores no consiguen dar una explicación real de cómo, cuándo y dónde se movió, yo eso todo lo novelo.

-¿Dotar a Colón de una personalidad concreta fue el mayor reto?

-Sí, la personalidad de Colón se va desarrollando progresivamente partiendo de los condicionantes de la época, pero siempre desde una voluntad férrea desde el principio, porque es un elemento efectivamente único, y accediendo luego a las características propias de un señor feudal, la propia personalidad histórica que conocemos de Colón, una vez que descubrió América y estuvo allí, es la típica de un señor feudal de la época, no fue la de una persona como en muchas históricas clásicas nos hacen creer, una persona apocada, al contrario, su comportamiento es el del señor feudal, en consonancia con el mundo medieval de la época, su pertenencia a la nobleza y, sobre todo, los usos medievales clásicos.

-Cristóbal Colón fue un ser cruel.

-Sin duda, sin duda Cristóbal Colón fue un ser cruel, al menos desde nuestra perspectiva del siglo XXI, desde el punto de vista del feudalismo medieval el suyo era un comportamiento habitual, lógico y apropiado a la situación en la que vivía.

-Un carácter como el de Pedro Madruga

-Sí, evidentemente hereda el carácter familiar, el de su padre o el de su hermano Álvaro, y luego asume la necesidad de mantener, es un primer compromiso, la fidelidad a lo que representaba la familia, sobre todo de su padre, en la que él había sido admitido tras nacer como bastardo, pero una vez que se convierte en el señor de Soutomaior, en el jefe de la casa, porque su padre murió y su hermano, que era el único hijo legítimo de su padre, murió también, él queda convertido en el señor y es a partir de ahí cuando asume ese compromiso y se transforma en el azote de los Irmandiños, de la rebelión, mantiene los conflictos con Fonseca, que era el gran rival que tenía en Galicia y, a posteriori, una vez que apoya al rey de Portugal entramos en el conflicto sucesorio de Castilla, con la guerra entre Isabel y Juana.

-¿Hasta qué momento continúa la novela?

-Hasta el final, hasta que Pedro Madruga o, digamos la facción en esa guerra de sucesión, que es un elemento determinante en la vida de Colón, hasta que la facción portuguesa es derrotada por la facción isabelina castellana, Pedro Madruga se retira a sus posesiones en Galicia y a partir de ahí comienza un proceso de insumisión y de rebeldía contra el poder establecido, que es el de los Reyes Católicos, que poco a poco lo van acosando hasta que al final no tiene más remedio que refugiarse en el único sitio donde tenía seguridad real, que era la corte portuguesa, a la que él había apoyado en su momento, en la guerra de sucesión castellana. Pierde sus posesiones en Galicia y con ello se convierte en un paria, esa es la historia real de Pedro Madruga, no es ninguna invención, la novela lo que hace es aportar una parte de ficción y desarrollar los personajes pero siempre soportados en las verdades históricas.

-¿Cómo fue el regreso de Portugal?

-Al regresar a Portugal no tiene más remedio que reinventarse de nuevo, entre otras cosas porque era un perseguido por la corte castellana y en Portugal para entonces ya era un amigo indeseable, porque lógicamente las necesidades políticas del momento hacían que el portugués quisiese mantener relaciones con Castilla, de modo que aunque tenían que ayudar a Colón porque a su vez los había ayudado a ellos en la guerra de secesión, ya era un elemento incómodo. Entonces se reinventa, se casa de nuevo, empieza de cero y en los periodos en los que pasa en Madeira accede a la información que tenía su suegro, un antiguo navegante portugués, y ahí es donde se empieza a gestar realmente la idea del descubrimiento, para no ahondar demasiado diría que él encaja esos descubrimientos que hace en Madeira con los planos, mapas y escritos de su abuelo con la sustracción que efectúa su hermano Bartolomé, que en aquel momento era copista en la cámara de los mapas lisboeta, él sustrae mapas y documentos importantes de la corte portuguesa, con los que se elabora la teoría real del descubrimiento que en capítulos anteriores ya se había ido conformando, el libro va dando pinceladas, sobre todo la entrevista con Toscanelli, y genera toda la idea del descubrimiento y es cuando decide plantearlo a la corte porque lógicamente su gran interés era rehabilitarse de nuevo ante los ojos de los reyes, y al ser rechazado por la corte portuguesa es cuando decide, incluso con riesgo de su vida, presentarse ante la corte castellana y ahí se produce la gran ocultación histórica del origen real de Colón, porque los reyes no podían permitir que su antiguo rival fuese el que se encargase de llevar a cabo una misión de estado tan importante como fue en última instancia la llegada a América.