La profesora del San Narciso víctima de acoso por parte de cuatro menores está "muy afectada" y lo está pasado "mal". Un estado de ánimo que describe el gerente del centro, Diego Rosales, quien se refiere a los hechos ocurridos como "muy desagradables" y en los que "se aprecian ciertos tintes delictivos". Pese a estas palabras, destaca que ahora el día a día del colegio reina "una total normalidad". Dice que "fue un hecho muy puntual" y que "no ha afectado a la convivencia" en la comunidad escolar. De hecho ejemplifica que la denunciante y tres de sus presuntos acosadores (el cuarto ya no estudia en el centro) siguen compartiendo aulas.

"No hay falta de normalidad; estos días se está haciendo de algo desagradable algo extraordinario", apunta el gerente en relación a la trascendencia que ha tenido la denuncia interpuesta por la profesora hace ya varias semanas. En cualquier caso subraya que se aprecian "trazas delictivas" en las acciones que habrían cometidos los estudiante. Comportamientos burlescos y amenazantes, ofensas personales y expresiones fuera de tono figuran entre los que tuvo que sufrir esta mujer. Desde la gestión del colegio concertado apuntan que "fue hace un mes cuando se tuvo que atajar la situación", iniciándose así los mecanismos ya previstos en la normativa escolar. En cualquier caso, la reiteración y gravedad de lo sucedido llevó a esta profesora de Lengua Española y Francés a presentar la denuncia policial tras la que comenzó la investigación que dirige ahora la Fiscalía de Menores.

"Una vez que se identifica un problema disciplinario interno, desde el centro se actúa siguiendo el procedimiento establecido; con los alumnos y sus padres se habló ya en el puente de mayo", explica este responsable del San Narciso. "El procedimiento ahora sigue su curso y estamos pendientes de la resolución", agrega. A pesar de que Rosales revela que la denunciante pasa por un momento bajo, ella continúa ejerciendo su labor académica. "Lógicamente la profesora lo está pasando mal, pero sigue dando clase a estos alumnos y no ha solicitado ninguna baja", indica.

David Rosales recalca que, al margen del revuelo generado durante estos días, el centro afronta la actividad diaria "con total normalidad", si bien muestra su deseo de dar carpetazo cuanto antes a este episodio. "Queremos que esto acabe", expresa, recordando la trayectoria al margen de polémicas de esta institución académica: "Llevamos 90 años abiertos".

Los responsables del colegio confían en que este asunto pase pronto a un segundo plano después de que la denuncia de la profesora a los cuatro adolescentes -de entre 15 y 16 años- trascendiese, con el consiguiente foco de atención puesto sobre estas instalaciones. De todos modos, Diego Rosales lamenta que este tipo de situaciones no resultan aisladas en la profesión. "Algo desagradable se está convirtiendo en algo extraordinario", incide en referencia a la notoriedad que han alcanzado esta situación.

Lo ocurrido está bajo la lupa de una investigación judicial que se está centrando estos días en la obtención de datos a las operadoras de telefonía móvil. Y es que al parecer, desde los teléfonos de los cuatro adolescentes se habrían enviado buena parte de los mensajes amenazantes a través de redes sociales. También se habría empleado la aplicación de Whatsapp para tratar de ridiculizar a esta profesora. Rosales ha afirmado que fueron hechos que "se mantuvieron en el tiempo", si bien niega que se lleven produciendo desde hace un año.