La plataforma "Salvemos A Fracha", constituida por vecinos que reclaman la no ejecución de la circunvalación asociada a la autovía A-57, cuenta con la "comprensión" del Concello pero no con su apoyo para anular ese proyecto. Todos los grupos municipales expresaron ayer su acuerdo con la ejecución de una infraestructura que "echó a andar en 1999" y cuya "necesidad no se discute", al menos desde el gobierno local, ya que los vecinos de Marcón y otras parroquias si cuestionan abiertamente su función, hasta el punto de la califican de "corredor de cuatro carriles" y no de circunvalación, toda vez que arrancará en una ladera de Vilaboa y terminará 6,5 kilómetros después en la carretera de Ponte Caldelas en Marcón, sin continuidad, por el momento, en ninguna de sus extremos.

Dos representantes de "Salvemos A Fracha" acudieron a la sesión plenaria de ayer, donde se debatían las alegaciones municipales al último estudio ambiental del tramo Vilaboa-A Ermida, para informar a todos los grupos de su postura contra el proyecto. En el escrito entregado reiteran sus argumentos contra la "utilidad" del vial y su impacto sobre el entorno, además de recordar que la futura ronda urbana en proyecto serviría de alternativa.

El concejal de Infraestructuras, César Mosquera, apuntó que "los afectados nos ponen en una situación difícil ya que durante 15 años hemos pedido con insistencia a Fomento esta circunvalación y no sería serio cambiar ahora de idea y decir que sobra". Y es que a su juicio, "es una solicitud histórica desde 1999 y durante estos años no hubo ninguna voz para prescindir de ella o que no se hiciera". Eso si, tal y como se expone en las alegaciones aprobadas ayer, la ejecución tiene que hacerse "con el mínimo impacto posible" y preferentemente en túneles, no previstos ahora.

El concejal del PSOE Agustín Fernández, recordó que este proyecto "lleva 15 años dando vueltas" y duda de que vaya a ejecutarse a corto plazo dada la escasa previsión presupuestaria al respecto por parte del Ministerio de Fomento, a quien emplazó a "no agotar nunca la vía del diálogo y la negociación con los vecinos". Por su parte, el edil del PP, Pablo Fernández calificó de "correctas" las medidas preventivas ya previstas por el ministerio y calificó de "inevitable" el impacto. Por ello descartó sumarse a la reclamación vecinal, una postura que, con malicia, fue recordada por el BNG. "Ustedes -apuntó Mosquera- siempre se suman al rechazo vecinal cuando es contra el Concello, pero como esta vez es contra Fomento ya no utilizan ese argumento".

Como es costumbre desde hace varias sesiones, el portavoz del PP, Jacobo Moreira, formuló una interpelación para obligar al alcalde a dar explicaciones en el pleno. En esta ocasión el tema elegido es la sucesión de sentencias contrarias que condenan al Concello a abonar deudas o indemnizaciones millonarias. El asunto coincidió con la decisión municipal, en el mismo pleno, de consignar 4 millones de euros para pagar un solar usurpado en el paseo de Os Gafos.

Según Moreira, existen al menos cinco asuntos, aún sin firmeza judicial, que elevarían estos pagos a más de 15 millones de euros y recordó que todo se debe a la "negativa del gobierno local a negociar" con los reclamantes antes de acudir a la vía judicial.

Fernández Lores quiso destacar, de entrada, el buen hacer de los servicios jurídicos ya que "con su trabajo hemos logrado, con las sentencias firmes ya existentes, reducir a 2,5 millones reclamaciones que llegaban a 8,5". Y comparó "estas cifras en quince años" con los "pufos que nos dejó en 1999 el PP". "Fue una herencia de 8 millones en cuatro años" con casos como la grúa, la avenida de Vigo, Alfonso X, Doce de Novembro, Benito Corbal o las perimetrales de A Parda, entre otros pleitos.

Además, echó en cara de Moreira que "queda encantado cuando llega una sentencia desfavorable, se pone como una moto, se regocija, se alegra, algo incomprensible cuando hablamos de dinero público, por lo que no puedo llegar a otra conclusión que pensar que a usted solo se preocupan los asuntos cuando puede perjudicar a esta ciudad, con su obsesión por tergiversar la realidad y justificar todas y cada una de las decisiones de la Xunta que perjudican a este municipio". En este apartado Lores arremetió contra el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Fernández, que "no hace nada por esta ciudad, y lo poco que hace es al revés. Una cosa es que no le guste que aquí gobiernen el BNG y el PSOE y otra muy distinta es que haga lo que le da la gana".