El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, formarán el próximo viernes el protocolo por el cual el Concello y la entidad provincial pondrán en marcha conjuntamente una planta de compostaje para el tratamiento de los residuos orgánicos de la capital y de otros municipios de la comarca. Con el pleno acuerdo entre ambas instituciones, la nota discordante la puso esta mañana el PSOE municipal, cuyo portavoz, Antón Louro, calificó el proyecto de "electoralista" y mostró sus dudas sobre la viabilidad de una planta "cuyos antecedentes en Nostián, Lousame o Morrazo no son satisfactorios".

El concejal de Infraestructuras, César Mosquera, sí defiende la puesta en marcha de esta planta en una ubicación aún sin decidir, pero que probablemente sea en el municipio de Pontevedra. En el protocolo que se firmará el viernes se plantea abrir un plazo de dos meses para que cualquier propietario de una parcela de al menos 20.000 metros cuadrados pueda presentar su oferta de venta para implantar las instalaciones. Mosquera señala que podrían rondarse los 10 euros por metro cuadrado y la capacidad mínima de tratamiento de la planta sería de 70.000 toneladas al año de residuos orgánicos para convertirlos en compost. Louro, por su parte, alerta de la "nula comercialización" de este producto.

Las reticencias del PSOE a cualquier pacto entre el Concello y la Diputación se remontan ya a meses atrás, a raíz de los sobrecostes de las obras de Pasarón, un asunto que derivó en una denuncia del caso ante la Fiscalía