El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, defendió en Florencia la tesis de que "en la ciudad solo deben circular los coches que se precisan realmente para la actividad económica, los servicios públicos o los accesos a garajes". Lo hizo a preguntas de los asistentes al foro europeo de movilidad ECOMM, en donde el alcalde y el intendente principal de la Policía Local, Daniel Macenlle, expusieron el modelo urbano pontevedrés y rebatieron el concepto de "necesidad" asociado al vehículo privado.

El aparcamiento en superficie limitado a 15 minutos de servicios para todos los coches, el diseño de bucles circulatorios o la creación de aparcamientos disuasorios cerca del centro urbano son tres de las principales acciones impulsadas en Pontevedra para hacer de la capital una ciudad de peatones, explicó Fernández Lores que completaba en la capital de la Toscana, un periplo de presentación del modelo local que había iniciado en Bruselas y llevado a Roma.

Pontevedra, recordaron Lores y Macenlle, "trata de priorizar al peatón por encima del automóvil". Es una apuesta, indicó el intendente principal, que mejora la calidad de vida de los ciudadanos y que también conlleva un ahorro económico pues solo en combustible se cifra en el 60%.

En el foro se expusieron también otros dos ejemplos urbanos, uno sobre el entorno de la Universidad de Catania, en Sicilia, y otro sobre la promoción de un sendero que rodea una estación de ferrocarril en la ciudad holandesa de Arhem.