La ampliación, en unos terrenos de unos 42.000 metros cuadrados, del polígono empresarial privado de O Vao, para crear un parque comercial que la inmobiliaria Ponteno impulsa desde hace una década; y la recalificación de unos terrenos rurales de 65.000 metros cuadrados, en la subida a Montecelo, en Mourente, que la empresa Inpropont, acaba de solicitar al Concello con un destino parecido. Son las opciones que maneja la iniciativa privada para crear suelo industrial en el municipio, ante la saturación que presenta el polígono de O Campiño y la ausencia de otras alternativas. Aunque el objetivo de ambos planes apunta a combatir el desempleo, las objeciones urbanísticas dejan en el aire su ejecución efectiva.

Mientras el proyecto del Grupo Nogueira en Campañó acumula años de tramitaciones, la propuesta de la empresa Inpropont es de reciente aparición. Esta promotora pretende que el Concello recalifique los 65.000 metros cuadrados de la antigua Granxa del Conde de Oleiros, en la subida a Montecelo, para "usos terciarios y comerciales". A tal fin, los promotores han presentado una propuesta de convenio por el cual ellos asumirían la ejecución de un tramo de la ronda urbana, que atraviesa una "esquina" de los citados terrenos. Incluso cifra esa aportación en unos 500.000 euros.

Sin embargo, el Concello ha planteado objeciones urbanísticas y técnicas a esta posibilidad, aunque sin cerrar la puerta a un posible acuerdo. El asunto fue analizado ayer en la comisión de Urbanismo, según explicó el concejal del área, Antón Louro. En la sesión se analizaron dos informes municipales. En uno de ellos se apunta que el tramo de ronda urbana que estaría dispuesto a ejecutar la empresa promotora tendría unos 300 metros, pero carecería de conexión efectiva con otras vías, por lo que el Concello apuesta por su continuidad hasta la carretera de Ponte Caldelas, donde finalizará el tramo de ronda que sí ejecutará la Diputación desde O Marco. Pero esa continuidad obligaría a los promotores del polígono empresarial a ampliar en unos 700 metros más el vial que estarían dispuestos a asumir.

Interés público

El segundo informe, de carácter más urbanístico, advierte de que una recalificación de este calibre necesita una justificación plenamente argumentada de su interés general, además de certificar la pérdida del valor como suelo rústico. En la propuesta de Inpropont no se ofrecen esas justificaciones, por lo que los informes técnicos son negativos, según admitió Louro. Ambos documentos serán remitidos a la empresa para que subsane esas deficiencias. "Si es así, se negociaría el convenio", añade el concejal de Urbanismo.

La Granxa del Conde de Oleiros incluye, según el edil, una edificación residencial en ruinas así como otros pequeños inmuebles y un hórreo, que serían derribados (o trasladados) si sale adelante el plan. En cuanto a la ronda urbana, el tramo que asumen los promotores tendría su nacimiento en la avenida de Montecelo, pero acabaría en una zona sin urbanizar. Por ello, el Concello propone su continuidad, si bien el trazado diseñado en su día atraviesa dos viviendas habitadas, que sí iban a ser expropiadas con el plan sectorial de Montecelo, pero la anulación de este último proyecto frustró las actuaciones complementarias.

Mientras el hipotético polígono comercial de Montecelo inicia sus primeros pasos y deberá superar, de entrada, las objeciones municipales, la otra gran iniciativa empresarial en la ciudad, la que impulsa el Grupo Nogueira en O Vao, acumula ya una década de trámites y los recelos proceden ahora de la Xunta, a la hora de tramitar la modificación del PGOU para recoger su superficie real de 42.000 metros cuadrados. En un reciente informe la administración autonómica se cuestionaba la edificabilidad consignada y tiene dudas sobre la ubicación de la línea de costa y si este suelo en dominio público debe computar o no a la hora de marcar la edificabilidad del polígono.

Servidumbre de costas

Tras debatir el asunto en la comisión de Urbanismo, Louro anunció ayer que el Concello, de acuerdo con la Inmobiliaria Ponteno, seguirá adelante con el plan, a la espera de que la Xunta y los promotores lleguen a un acuerdo sobre la linea de servidumbre de Costas. Si se rebaja de 200 a 100 metros "la iniciativa tendría viabilidad" y ahí radica el eje de las posibles negociaciones, según Louro. El concejal explicó que "seguiremos adelante con la tramitación en la confianza de que la Xunta acabará aceptando esa revisión". Así, el expediente se expondrá al público y se aprobará provisionalmente, para que después la Xunta lo vuelva a analizar.

El edil recordó que la ampliación del polígono de O Vao para crear un parque comercial (carece de valor natural y no está vinculado a las marismas de Alba ya que por un lado está la carretera de Vilagarcía y por el otro la AP-9. Fue en el año 2002 cuando se presentó este polígono. A lo largo de la década siguiente tuvo que sortear distintos obstáculos planteados, entre otros, por los departamentos de Estradas de la Xunta y de Carreteras del Estado, de Costas de la Xunta y Costas del Estado, por Autopistas del Atlántico además de tener que buscar un encaje en el Plan de Ordenación del Litoral (POL).

El recinto empresarial ocuparía 42.000 metros cuadrados y se prevé que su actividad genere más de 300 puestos de trabajo. Primero la Inmobiliaria Ponteno pretendía ejecutar cuatro grandes naves comerciales entre la carretera de Vilagarcía y la AP-9. Posteriormente el proyecto se amplió con la incorporación de otro grupo de propietarios de terrenos al otro lado de la PO-531, que añadieron 5.493 metros cuadrados más a los 36.781 metros iniciales, y en los que se podrán levantar otras cinco naves, aunque de menor tamaño.