Desde que el gobierno local anunció a finales del pasado año la compra de un vehículo para controlar los aparcamientos indebidos (conocido popularmente como "multamóvil" y al que en el Concello prefieren llamar "ollomóbil" ), los rumores se disparan sobre su puesta en funcionamiento. De hecho, había quien ya aseguraba que incluso le había impuesto multas cuando ni tan siquiera el vehículo estaba en el poder del Concello. La semana pasada volvió a cundir esta especie de "psicosis" entre los conductores frente al "multamóvil", aunque esta vez más justificada dado que, ahora sí, el susodicho vehículo ya circula por la ciudad y además lo hace conveniente rotulado y con los colores y emblemas de la Policía Local. El pequeño utilitario, un Toyota Aigo, no pasa desapercibido no solo por el rotulado policial, sino por la cámara que tiene adosada al techo.

Con todo, aquellos pontevedreses que estén temerosos ante una posible avalancha de sanciones con la llegada del "multamóvil" (desde el Concello creen que esto no va a suceder), pueden estar tranquilos ya que el coche policial, pese a estar ya rotulado y pilotado por policías, todavía no está en activo. Sigue en fase de pruebas.

Ajustes

Fuentes de la Policía Local explicaron que todavía se le están realizando algunos ajustes a los dispositivos que utiliza el coche. También está en proceso la fase de formación de los agentes municipales que van a utilizar el nuevo vehículo. Se calcula que la instrucción de los policías locales para que conozcan y aprendan a manejar los dispositivos del nuevo vehículo puede durar por lo menos un mes. Esto quiere decir que, como mínimo, el coche no entrará en funcionamiento hasta que se termine con esta tarea.

Desde el gobierno local se insiste en que el objetivo de este vehículo "no es poner multas" y se subraya también con insistencia que el "multamóvil" es una petición de la Policía Local para controlar con más eficacia los estacionamientos de servicio y temporales, cada vez más frecuentes en el casco urbano. Contará con un sistema GPS y unas cámaras. Al captar una infracción, toma imágenes de la matrícula y registra el emplazamiento exacto del coche. En unos casos se formulará una denuncia directa, por una irregularidad manifiesta, y en otros se volverá a comprobar tiempo después si el coche sigue en el mismo lugar y excede los minutos permitidos para aparcar.