El plan director está precedido de un trabajo de campo, en el que se "escuchó" la opinión y las inquietudes, a través 117 encuestas cursadas a bodegas y 400 a viticultores, y una serie de entrevistas en profundidad a representantes del sector. En esta fase previa también se contactó con 486 restaurantes y vinotecas de toda España y las principales cadenas de distribución para obtener, así, información específica sobre el mercado del vino para la Denominación de Origen Rías Baixas.

Los redactores del plan constataron que Rías Baixas es una marca paraguas, conocida a día de hoy por casi el 100% del sector de la restauración y la alimentación, que supera al conocimiento y fidelidad a marcas concretas.

Con estos mimbres, el plan director define un decálogo de recomendaciones para mejorar su posición competitiva entre las que están: mantener y mejorar la calidad de los vinos, continuar trabajando para lograr un equilibrio entre el subsector de la viticultura y el subsector de las bodegas o huir del modelo productivista y mantener así este elemento diferenciador respecto a otras denominaciones de origen. Otras propuestas son, por ejemplo, trabajar para la sostenibilidad medioambiental de la viticultura y de la enología o convertir la I+D+i en un elemento clave para el desarrollo del sector.