Dos jóvenes de nacionalidad marroquí y vecinos de Pontevedra deberán cumplir penas que suman más de 9 años de prisión por ser los autores de tres atracos perpetrados en cuestión de horas a otros tantos taxistas de Poio, Marín y Bueu. Concretamente, el primero de ellos, el supuesto autor material de los hechos, fue condenado a penas que suman cuatro años y medio de prisión como autor de dos delitos de robo con violencia de intimidación en concurso de armas con la atenuante muy cualificada de adicción a las drogas en el momento de los hechos, así como un delito más de robo con violencia en grado de tentativa.

Por otra parte, su compinche es condenado como cooperador necesario ya que él seguiría a los taxistas que su compañero atracaba en moto para facilitarle después la huida en cuanto se consumaba el atraco. Se le impone una condena de tres años y seis meses por dos de los robos y un año y 10 meses por el asalto en grado de tentativa. En total, deberá cumplir cinco años y cuatro meses de prisión.

Además, el juzgado de lo Penal número 2 impuso también una pena de multa de 45 días a razón de cinco euros diarios por una falta de lesiones ya que uno de los taxistas sufrió lesiones en de carácter leve en una mano en un forcejeo para zafarse de los atracadores.

Según la información que trascendió entonces, estos dos jóvenes contaban tan solo con 20 y 23 años de edad cuando cometieron los hechos. Sobre las 16 horas de la tarde del 15 de noviembre de 2012 perpetraron el primero de los atracos en Poio. El "modus operandi" era sencillo, uno de ellos se subía al taxi, le pedía que lo llevase a un lugar determinado y una vez allí perpetraba el robo amedrentando a los autopatronos con un cuchillo o una especie de machete. Su compañero le esperaba el lugar con el ciclomotor para huir.

Después de ese atraco en Poio, a las 19.45 perpetraron otro en Marín, que el taxista logró evitar tras enfrentarse al joven, y finalmente poco después de las 20 horas se produjo el tercero de los asaltos en Bueu.

La condena a estos dos jóvenes fue dictada inicialmente por un juzgado de lo Penal de Pontevedra, el número 2, y recurrida por uno de los acusados. Mientras uno de ellos sí confesó los hechos e incriminó a su acompañante, el segundo, el piloto del ciclomotor, negó en todo momento su participación en los hechos. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Pontevedra, en una reciente resolución, confirma el fallo del juzgado de lo Penal.

Explican los magistrados que existía prueba de cargo suficiente para dictar esta resolución condenatoria. Además de la confesión de uno de ellos, el tribunal destaca la declaración de un agente de la Guardia Civil de Tráfico que dio el alto a la pareja en el ciclomotor ese mismo día. Pese a que el acusado que negaba el robo aseguró que desconocía que el coimputado portaba un cuchillo en su mochila, el agente dijo que este no se sorprendió cuando en un registro superficial le preguntaron por el arma. Incluso trató de justificarse y dijo que era "para la fiesta del cordero".