Si se tiene en cuenta el tráfico medio de todo el año, los flujos circulatorios en las 14 principales carreteras de la red autonómica en la comarca suma 100.000 coches diarios, pero sí solo se computa el verano, unos viales que ya están saturados mes a mes, se convierten en "infiernos" para los conductores, con colas, retenciones, atascos y retrasos, especialmente en los viales costeros.

Así, los 14.600 coches diarios de la autovía do Salnés se convierten en agosto en más de 26.700, lo que supone un aumento de más del 80%, si bien la media en las cinco carreteras más transitadas ronda el 45%.

También es espectacular el crecimiento de agosto en la vía rápida, ya que se llega a los 16.400, el doble que la media anual. En cambio, en los viales PO-308 y PO-531, ya saturados a lo largo de todo el ejercicio, se pone de manifiesto que ya no tienen capacidad para absorber mucho más tráfico. Así, el vial de Poio llega a un tope de 19.000 coches diarios en verano, solo tres mil más de los 16.000 habituales, mientras que la carretera de Vilagarcía pasa de 17.500 a 19.000 en agosto.

Por su parte, la variante de Marín también registra aumentos notables en la época estival, como vía de traslado a las playas del sur de la ría. Los 9.500 automóviles que pasan en agosto, lo que supone un 39% más de la media anual.

En el otro lado de la moneda se sitúan los meses invernales, desde noviembre hasta marzo, según las carreteras. Así, en enero solo usan la autovía do Salnés 10.700 coches diarios, mientras que la PO-308 reduce su circulación a 13.700 en noviembre.