Desde hace años, una de las prioridades de la Dirección General de Tráfico en Galicia son las campañas preventivas para intentar reducir el importante número de atropellos en la comunidad. Las especiales características de esta comunidad, con carreteras que atraviesan zonas densamente pobladas y con núcleos muy dispersos, hacen que la accidentalidad entre los peatones sea especialmente elevada en la comunidad y en la provincia de Pontevedra.

El año pasado los datos de mortalidad entre peatones en la provincia de Pontevedra dieron motivos para la esperanza. De los 14 fallecidos por atropello en 2012 se pasó a tan solo 4 en todo 2013 (siempre datos que se refieren a viales interurbanos -es decir, aquellos bajo control de la Guardia Civil de Tráfico- y a 24 horas). Sin embargo, en el inicio del año actual el número de atropellos, aunque no es elevado, sí que sigue preocupando ya que son la mitad de los fallecidos en carreteras interurbanas en lo que llevamos de año. De las cuatro víctimas en accidente de tráfico que se registraron en el primer trimestre en la provincia, dos eran peatones.

La DGT en Pontevedra puso en marcha en octubre del pasado año una campaña específica en la provincia para luchar contra este tipo de siniestro y que estaba orientada específicamente a personas mayores de 65 años que viven en el entorno rural con el objetivo de concienciarlos de la importancia de utilizar elementos reflectantes y de la importancia de cruzar o transitar por la calzada únicamente por las zonas reservadas para ello. Las edades de los fallecidos en atropellos el pasado año oscilaban entre los 78 y los 81 años y todos residían en zonas del rural. La llegada del buen tiempo y el aumento de las horas de luz también puede contribuir a que se produzcan menos accidentes de este tipo.

Salvo este apunte con respecto a la mortalidad entre los peatones, el inicio del año en las carreteras de la provincia de Pontevedra, pese al mal tiempo y a los temporales, se mantiene en los mismos niveles que 2013, cuando a estas alturas también se sumaban cuatro víctimas mortales. Teniendo en cuenta que los 22 fallecidos con los que se cerró el año pasado (13 menos que en 2012) fue la menor cifra de víctimas mortales en viales interurbanos de la provincia desde que se tienen registros, se podría considerar un buen inicio de año, siempre lamentando cada víctima mortal que se produce.