La memoria de la Policía Local de Pontevedra presentada ayer muestra, tal y como destacó la concejala de Seguridade Cidadá, Carme da Silva, un importante descenso en el número de infracciones denunciadas por los agentes en materia de tráfico y seguridad ciudadana. Una de las más comunes es la retirada del vehículo por parte de la grúa debido a un mal estacionamiento. El pasado año fueron un total de 3.950 los vehículos retirados por infracción (habría que sumar otros 646 por traslados con motivo de ferias, fiestas y otros eventos), lo que supone 663 menos que el pasado año (un 14,3%) y 909 menos que en 2011, lo que supone un descenso de un 18,7% de este tipo de infracciones en los últimos dos años. Con todo, la grúa se sigue llevando al depósito una media de diez coches al día, según los datos de la Policía Local.

La mayor parte de estas infracciones se deben al estacionamiento en la zona de carga o descarga en horario de utilización, con un total de 1.742 vehículos retirados (lo que supone un 44,10% del total). Son muy elevados también los porcentajes de coches que acaban en el depósito por estacionar en los carriles de circulación o en partes de la vía reservadas a otros usuarios (un 21%), el aparcamiento obstaculizando salidas de inmuebles o entradas a garajes (un 5,4%) o aquellos que ponían en peligro o obstaculizaban el tráfico (un 5,65%). Llama también la atención el número significativo de vehículos retirados por estacionar en zona reservada para personas con movilidad reducida (un total de 159, lo que supone un 4%). Con todo, la tendencia es a reducir este tipo de comportamiento poco solidario ya que sí bajó el número de sanciones impuestas por este motivo, que pasó de 399 a 385 en dos años.

El descenso no solo se produce en cuanto a los estacionamientos y la retirada del vehículo con la grúa, es generalizado en el conjunto de infracciones. Así, las 14.530 multas incoadas en 2013 son 2.237 menos que en el anterior ejercicio y se sitúan bastante por debajo de las 18.381 que se impusieron en 2010, cuando se alcanzó una cifra récord en la capital. Curiosamente, se producen ligeros aumentos en algunos comportamientos que hay que seguir corrigiendo al volante. Uno de ellos es el uso del teléfono móvil, dado que las infracciones crecieron de 358 a un total de 397. También cae drásticamente el número de denuncias por circular sin ITV ni seguro (este último caso, por ejemplo, se pasa de 359 multas a 145), pero se incrementan de forma sustancial aquellas por circular sin permiso de conducción (de 41 a 115). Las alcoholemias también bajan de un 3,3% del total de controles a un 1,85%.

Carme da Silva encuentra tres razones para explicar este descenso en el número de infracciones. En primer lugar que "el comportamiento de los pontevedreses cada vez es más respetuoso con las normas de circulación". En segundo lugar, "el modelo urbano implantado" en los últimos años. Y por último, la "rigurosidad en el seguimiento de los procedimientos". Esto último quiere decir que, a pesar de que hay menos multas, las que se imponen "salen adelante" y acaban por cobrarse. De hecho, según la propia memoria, un 72% de las multas se cobran aplicando la bonificación y solo un 20% acaban en la vía ejecutiva. El 76% de las sanciones se paga en el periodo voluntario y al final, incluida la vía ejecutiva, se logró cobrar el 95,7% de las multas incoadas, cuando hace tan solo seis años este porcentaje era de un 68,2%. Se imponen menos multas pero se cobran más.