El tráfico ferroviario entre Pontevedra y Vigo se restableció en torno a la una de la madrugada de ayer después de que el martes por la tarde la conexión entre ambas ciudades quedase interrumpida al descarrilar un tren de mercancías que circulaba vacío procedente de Portugal y con destino en A Coruña. Sin embargo, aunque el tránsito ferroviario estaba ya restablecido, ayer todavía no se había normalizado del todo debido a que una de las dos vías de la línea férrea permanecía inutilizada como consecuencia del accidente del día anterior.

Fuentes de Renfe explicaron que, como consecuencia del siniestro una de las dos vías de este tramo ya finalizado del Eje Atlántico de Alta Velocidad sufrió desperfectos por lo que los trenes circulaban únicamente por una de las vías. Esto obligó a recuperar en este tramo el antiguo sistema que consistía en que los trenes que circulan en direcciones opuestas se tuviesen que cruzar en estaciones y apeaderos, lo que provocó retrasos en alguno de los convoyes. Según indica el Adif, en torno a las cuatro de la tarde los retrasos eran de una media de 7 minutos debido a esta incidencia. Ayer ya no fue necesario realizar ningún transbordo de pasajeros ni eliminar ningún tren, pese a estos pequeños retrasos.

Fue necesario utilizar una grúa de grandes dimensiones para poder retirar los dos vagones que acabaron descarrilando y posteriormente llevarse el tren del lugar en el que sufrió el percance, concretamente entre Arcade y Pontesampaio. Desde primera hora, técnicos y operarios del Adif trabajaban de forma intensa en la zona para reparar los desperfectos causados por el tren en la vía. Sin embargo, desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias explicaban ayer que no tenían una previsión del momento en el que el tránsito ferroviario se pudiera restablecer en la vía afectada por el accidente, dado que las vacaciones de Semana Santa parece que estaban complicando la obtención de los materiales necesarios para realizar los arreglos que necesita esta infraestructura.

Sobre las seis y cuarto de la tarde del martes, los vagones siete y ocho de un tren de mercancías que circulaba vacío descarrilaron al paso del convoy por Arcade. Pese a que los testigos aseguran que se produjo un fuerte estruendo, el tren todavía continuó su marcha y acabó deteniéndose varios centenares de metros más adelante, en Pontesampaio, justo a la altura de la fábrica de Pontesa y tras rebasar el puente sobre el río Verdugo.

Trece trenes afectados

Como consecuencia del accidente quedó cortada la línea férrea entre Pontevedra y Vigo, viéndose afectados un total de 13 trenes (once de Media Distancia que cubrían la línea A Coruña y Vigo, así como dos Alvia), cuyos pasajeros tuvieron que realizar transbordos en autobús para llegar a sus destinos.