Tras años de deterioro y después de numerosas quejas de usuarios y Concello, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras confirmó ayer oficialmente su plan de mejoras en la estación de autobuses de Pontevedra, con la licitación de una actuación presupuestada en unos 178.000 euros que no atiende todas las deficiencias del recinto pero sí trata de poner coto a algunas de las más acuciantes. Así, la mejora de la accesibilidad, instalando ascensores para los pasajeros, la eliminación de las filtraciones de agua que padece la terminal y diversas reparaciones en los baños constituyen los ejes de este plan de choque.

La licitación de ayer se realiza conjuntamente con otras mejores en las estaciones de Lalín y Vilagarcía, por 230.000 euros, si bien es la de la capital la que se lleva la mayor parte. Se estima que las obras estarán adjudicadas entre finales de mayo y principios de junio, y el plazo de ejecución es de tres meses, por lo que los trabajos en la terminal se desarrollarán en pleno verano, una época de especial uso, con numerosos usuarios que utilizan el autobús para acudir a las playas de la ría.

Deficiencias

El proyecto técnico de las obras, elaborado por la oficina de arquitectura del concejal del PP Ricardo Aguilar Argenti, detalla que se realizó una inspección al edificio, en compañía del representante de la empresa que gestiona la estación, para comprobar su estado. Tras recordar que se trata de una "edificación construida aproximadamente en el año 1977 e inaugurada en 1980", explica que "pese a la antigüedad, la estación se encuentra, en general, en aceptable estado de conservación". No obstante, se admite que "hay deficiencias que es preciso resolver en lo referente a las normas de accesibilidad, así como de seguridad de utilizaciones". También cita la necesidad de "acometer obras de reparación, motivado fundamentalmente al uso y al paso del tiempo".

En materia de accesibilidad se plantea la demolición de las escaleras mecánicas, "que se encuentran deterioradas, lo que exige su reposición o eliminación". La concesionaria explicó que "estas escaleras tenían problemas por la incorrecta utilización, lo que supuso que se produjeran varios accidentes". Para sustituirlas "se proyecta la disposición de dos ascensores", lo que obliga al "cierre provisional en la oficina de despacho de billetes en el semisótano". Estos dos ascensores tendrán una capacidad máxima de 13 personas cada uno". Otra actuación de accesibilidad es el cambio de apertura de las puertas en el vestíbulo de la estación. Al menos una de ellas abre hacia el interior, que hay que corregir.

En cuanto a la impermeabilización del inmueble, el proyecto señala que "en origen, la cubierta de la estación era plana, pero por problemas de estanqueidad, años después se dispuso una cubierta inclinada , con un canalón interior bordeando los dos niveles de cubierta del edificio". Este canalón se encuentra en malas condiciones, "lo que conlleva el paso de agua de lluvia al interior del vestíbulo". La solución elegida es la impermeabilización del canalón, pero no cambiarlo, ya que de este modo se "minora el coste, el plazo de ejecución y los riesgos de la afección del agua de lluvia".

Aseos

La tercera fase de obras se centra en los aseos y algunos pavimentos. Así, se cambiarán las deterioradas losetas de mármol de los baños por baldosas de gres. En estas dependencias también se completarán sus piezas, de modo que todos los aseos queden totalmente equipados, ya que también se colocarán grifos y otros elementos. En cuanto a la pintura, la documentación técnica destaca que "en general, los paramentos pintados se encuentran en buen estado de mantenimiento", si bien apunta que habría que "repasar las zonas afectadas por las humedades".