A pesar de las adopciones, todavía medio millar de perros siguen en las instalaciones de Armenteira a la espera de un nuevo hogar. Entre ellos figuran seis de los ochos perros recogidos en el primer funcionamiento del centro, caso de "Alma", que sigue a espera de una familia.

Se trata de una mestiza de pitbull, una raza considerada potencialmente peligrosa (aunque todos los expertos en cinofilia coinciden en que esta clasificación es totalmente errónea e injustificada y, de hecho, varía según los países y culturas) y que supone un importante freno para la adopción.

La perrita es muy cariñosa y tranquila, pero no ha recibido ninguna solicitud de adopción. Llegó triste y deprimida al centro, pero con el contacto con las personas y los paseos recuperó vitalidad.