Invitada por la Asociación de Sordos "Río Lérez", la terapeuta disertó ayer en el edificio administrativo de la Diputación sobre "El miedo: ¿Cómo descubrirlo?".

-¿Es el miedo un proceso psicológico frecuente?

-Sí, de hecho es uno de los procesos psicológicos que más se da ahora mismo.

-¿A qué tenemos miedo?

-A todo, los miedos vienen por todo, estamos en una sociedad en la que nos inculcan el miedo como medio de control social. Es un fuerte mecanismo de control social y lo que hace es que nunca lleguemos a nuestros sueños, es lo que nos impide actuar para orientarnos hacia donde queremos ir, y últimamente, tal y como están las cosas, lo que hacen es que se incrementen nuestros miedos.

-¿Podemos liberarnos de ellos?

-Yo estoy muy centrada en el mundo espiritual, del cambio de conciencia, del despertar, entonces es liberarnos del miedo es ser conscientes de qué nos está pasando en este momento y poder transformar ese miedo en elementos que nos orienten hacia nuestros sueños, a lo que realmente nos motiva y nos apasiona, en vez de ver que el miedo es algo que nos atrapa y no nos deja avanzar es el momento de decir: vale, tengo miedo, pero cómo puedo observar ese miedo, qué está haciendo ese miedo en mí, y en el momento en que eres capaz de verlo, de sentir ese miedo y observarlo desde otro punto de vista empiezas a hacer cambios porque te empieza enfrentar a él y ahí empieza el cambio.

-¿La ansiedad es otro tipo de miedo?

-Mi enfoque quiere ir más allá del punto de vista exclusivamente psicológico, orientarlo desde otro punto de vista, por ejemplo la ansiedad desde mi perspectiva es el miedo al futuro, estamos tanto viviendo en el futuro que parece que no nos llega, queremos las cosas ya y además exigimos que todo sea perfecto. Si lo vemos desde otro punto de vista, si aceptamos vivir aquí en el ahora, preguntarnos qué oportunidades tengo hoy, qué puedo hacer, podemos ver que tenemos una oportunidad ahora para el cambio y para superar ese miedo.

-¿Cómo adentrarnos en esa perspectiva espiritual que usted sugiere?

-Lo principal sería aprender a meditar, lo que sucede es que es fácil decirlo pero es un proceso bastante amplio, otra de las técnicas por las que la gente empieza a sentir esa sensación espiritual, por decirlo así, ese cambio de vida, es el Reiki, que para mí es una llave a otras energías, por decirlo así, energías que van más allá.

-¿En Occidente se ha investigado poco el concepto de energía?

-Muy poco, pero en este momento la psicología de tercera generación se centra ya más en trabajar con la parte de vivir el aquí y el ahora, caso del mindfullness, que ahora está tan de moda.

-La Organización Mundial de la Salud calcula que 350 millones de personas padecen depresión y que su incidencia aumentará...

-Estamos muy enfermos, estamos acostumbrados a que la vida sea mecánica, habíamos vivido en una sociedad en donde todo era de una determinada manera pero de repente ese esquema se ha roto. Es decir, acababas de estudiar, tenías la oportunidad de encontrar un trabajo y vivir toda la vida, sin cambios, de él, y ahora mismo acabas de estudiar y de repente te encuentras en la nada, en el abismo, al mirar ese abismo empiezan tus grandes dudas existenciales. Porque te dices, si esto es lo que hay puede que haya algo más, estoy tan acostumbrado y vivo de una manera tan mecánica que ahora me pregunto qué es la vida, si esto es todo me quedo como vacío. Y ese es el momento de plantearse que en vez de vivir de manera mecánica hay que interrogarse sobre qué es lo que quiero, qué me apasiona realmente, a dónde quiero ir, pensando en lo que a mí me gusta y no en lo que pueda agradar a los demás o que socialmente esté bien visto. Hay que pensar que hay algo más de lo que ven nuestros ojos, como decía El Principito, pero estamos más centrados en el qué dirán que en lo que realmente pensamos, sentimos y lo que de verdad queremos. Ahí está el problema de que la gente esté tan perdida.

-¿Valoramos la importancia del fracaso?

-Es otro de nuestros grandes miedos cuando efectivamente es una oportunidad de levantarse y tirar hacia donde tú quieres, es una manera de aprender, lo que sucede es que nos acostumbran a lo contrario. Vivimos en un momento en el que la gente es muy competitiva, si no eres el número uno ya no vales, incluso desde el colegio, hay unas lecciones y esas son las que todos tenemos que aprender; sin embargo no todos somos iguales, todos tenemos nuestra esencia que es diferente y aprendemos de maneras diversas. Lo que sucede es que nos inculcan que hay un único camino y que esa senda es perfecta para todos, y no es así, realmente cada uno tiene su esencia y ha de aprender a su manera.