La hostelería, y en concreto los servicios de restauración y bares, se mantiene como el sector más dinámico desde el punto de vista de la contratación. Una realidad que queda empañada por la escasa calidad del empleo que genera, salvo contadas excepciones, ya que está condicionado en gran medida por la estacionalidad. Además, señalan desde UGT y CC.OO, los salarios han descendido de manera significativa en los últimos tres años en los que, sin embargo, las jornadas laborales son cada vez más largas por la vía de los hechos, y la duración de los contratos cada vez más corta y ajustada a los picos de la demanda.