Los futuros profesionales de la arquitectura gallega debaten durante estos meses acerca de las posibilidades que ofrece un espacio tan singular como Combarro. Son más de 100 los estudiantes que se encargan de diseñar unos proyectos rompedores a la vez que cuidadosos con una consolidada imagen en la que hórreos, cruceiros y casas marineras son intocables señas de identidad. Un hotel, una vivienda vanguardista y un taller-espacio expositivo son las tres propuestas en las que trabajan los alumnos de la Universidade da Coruña. Las propuestas definitivas se conocerán en junio, pero ahora se desvelan las líneas maestras de las ideas que están elaborando.

Todas ellas, vinculadas al convenio que el Concello ha firmado con la institución herculina, se entienden como ejercicios creativos a partir de los cuales se podrá establecer una hoja de ruta para el desarrollo y conservación del conjunto histórico-artístico. La administración local recibirá en verano una copia de todos las iniciativas, firmadas también por alumnos Erasmus. Su realización dependerá de diversos factores, como aceptación social o financiación pero, en cualquier caso, se abordaría a medio o largo plazo.

Redes

Sin duda, una de las que generaría mayor cambio en caso de materializarse sería un taller de reparación de redes en A Chousa. La mayor plaza de la localidad acogería un recinto que aunaría funciones propias del sector de la pesca y, al mismo tiempo, serviría como reclamo turístico, mostrando a los visitante las tareas de uno de los principales sectores de la economía local.

Los materiales que se plantean para su construcción tratarían de casar con el entorno. Láminas de madera, viseras formadas con redes y cristal o acero se incluyen en algunos de los planteamientos que se barajan para este emblemático emplazamiento. Estos primeros esbozos sitúan esta especie de nave-museo en la parte de la plaza más próxima al mar. Persiguen desdibujar los límites entre interior y exterior, creando un edificio que no suponga un excesivo volumen en este lugar, nunca superior a los 100 metros cuadrados.

Vivienda de contraste

El segundo proyecto en el que están centrándose los alumnos de Arquitectura consiste en una vivienda para un deportista. Una casa que se ubicaría en pleno recinto histórico y adosado a alguna de las casas existentes. Las líneas maestras siguen las últimas tendencias, con trazos sencillos y limpios, combinando hormigón y vidrio con áreas abiertas.

La originalidad se centra en el interior, con espacios especialmente pensados para un deportista y el almacenaje del material necesario para su práctica profesional. Se incluyen estancias para el guardado de piraguas e incluso piscinas interiores con fondo de cristal que ejercen, al mismo tiempo, como distribuidor de alturas.

Hotel

Por último, se analiza la conveniencia de dotar a Combarro de un nuevo establecimiento hotelero. Ésta es la propuesta sobre la que se conocen menos detalles. Las instrucciones a partir de las que trabajan los alumnos son, no obstante, muy similares a las dos intervenciones anteriores. Se debe tratar de integrar los edificios en el entorno, pero sin que este llegue a poner límites a las ideas. Los alumnos siguen así lo que les han transmitido desde la Escola de Arquitectura. "El lugar tiene que ser un estímulo, no un freno".