Pontevedra registró 19 accidentes de trabajo diarios en el primer bimestre del año, dos menos al día que en el mismo período de 2013. Fueron 1.122 frente a 1.317 y sin embargo este dato cuantitativamente positivo está lleno de sombras, tal como se encargan en subrayar los agentes sociales.

El descenso del número total de incidentes laborales en la provincia, cifrado en un 14,8% y de accidentes de carácter leve, de un 15,4%, se contrapone un incremento que roza el 18% en el caso de siniestros con saldo de heridos graves y del 66,6% cuando hay víctimas mortales. Son en términos absolutos pocos accidentes pero dadas las consecuencias, inasumibles. En el primer bimestre del año se registraron cinco siniestros laborales con víctimas mortales y veinte con un saldo de heridos graves. En el mismo período del año anterior habían sido tres y diecisiete respectivamente.

Lo más preocupante de esta situación (menos accidentes leves y más graves y mortales) es que se repite desde hace dos años y que evidencia, en opinión de los sindicatos CC OO, UGT y CIG, como la crisis con su estela de paro y el miedo a perder el empleo "ha relegado a un segundo plano" la seguridad laboral y "ha retraído el número de notificaciones de accidentes leves ante el temor de que una queja pueda suponer la no renovación del contrato".

"Se exigen ritmos de trabajo y producción tan altos que derivan en accidentes y además los trabajadores soportan situaciones que hace tan solo cinco años eran impensables" señalaba ayer el secretario comarcal de CC OO de Pontevedra, José Luis García Pedrosa.

"Estamos en un escenario de precariedad laboral tal que lo que prima es el temor de los trabajadores a perder el empleo y no se atreven a ser exigentes en asuntos de seguridad ni en otras cuestiones" añade Marcos Conde, secretario comarcal de CIG-Pontevedra. En esta misma línea incide el secretario intercomarcal Pontevedra-Arousa de UGT, Ramón Vidal, al indicar que "los accidentes leves no se trasladan porque puede suponer la no renovación del contrato y los graves y los mortales sí se notifican por ley y van a más porque se fuerza más la maquinaria".

Además, apuntan los tres portavoces sindicales, existe una cultura de la prevención de riesgos laborales "escasa". "Se estaba avanzando en esta cuestión pero con la crisis todo lo relacionado con la seguridad ha quedado en un segundo planto".