Esta residencia está bajo el control municipal en virtud de un convenio urbanístico firmado hace años pero que apenas se ha desarrollado ya que la crisis frustró los planes residenciales de la ONCE y con ellos, toda la financiación asociada. Por ello, Lores admitió ayer que su cumplimiento "va para largo" pero insiste en que "no se descarta ejecutarlo en el futuro".

Añade que "aún hay que aprobarlo definitivamente y que la ONCE presente un proyecto de urbanización" de los terrenos recalificados detrás de la residencia, pero apuntó que se trata de "una cuestión formal". Mientras no se abre algún vial vinculado al convenio, el acceso al "centro cívico" se hará por las instalaciones actuales del Santiago Apóstol, para lo que "no hay ningún problema".