Salustiano Mato dirigirá la Universidad de Vigo otros cuatro años tras unas elecciones marcadas por la bajísima participación -8,66%- y en las que los votos en blanco -908- superaron a los 751 que recabó la única lista que concurría a unos comicios inéditos en la historia de la institución. Tras conocer los resultados definitivos, el candidato reelecto dijo sentirse respaldado para acometer un segundo mandato al entender que cuenta con el "apoyo claro" de la comunidad universitaria "desde el momento en que acabó el proceso de presentación de candidaturas y solo se presentó una".

Un total de 1.950 trabajadores y estudiantes -hace cuatro años fueron 5.471- acudieron a votar a las 23 mesas electorales de los tres campus. La participación entre el alumnado se desplomó desde el 16% al 2,92% y la más elevada -un 66,63%- correspondió a los profesores funcionarios, el colectivo que tiene más peso en la elección del rector. Tras aplicar los diferentes coeficientes a los votos emitidos por los miembros de cada sector, Mato consiguió 751 sufragios ponderados, una cifra coincidente con los reales.

A falta de candidatura rival, el voto en blanco, que triplicó la cifra de los emitidos hace 4 años, fue la manera de mostrar el descontento con la gestión del actual gobierno universitario. Solo el colectivo de los profesores e investigadores no funcionarios registró más sufragios a favor de la candidatura de Mato que en blanco, aunque por un estrechísimo margen: 104 frente a 103.

Los estudiantes fueron los que optaron en mayor medida por esta opción, sobre todo, en el campus de Ourense, donde 35 alumnos apoyaron la lista de Salustiano Mato mientras que 164 apostaron por el voto en blanco y los 38 restantes emitieron un sufragio nulo.

Los miembros del actual equipo de gobierno, los integrantes de la candidatura y los simpatizantes de Alternativa Universitaria, que alcanzará los 20 años en el gobierno en 2018, se reunieron en una cafetería del centro comercial del campus para seguir el escrutinio. Los rostros del grupo, menos nutrido que en convocatorias anteriores y en el que no se encontraban los anteriores rectores Domingo Docampo ni Alberto Gago, aunque sí Luis Espada, delataban la preocupación ante la caída de la participación.

Aún así, Mato brindó por un segundo mandato "con todas las ganas e ilusión" y sobre el elevado porcentaje de votos en blanco, destacó que "lo importante es que la gente fue a votar". "Es muy distinto a cuando te enfrentas a otro candidato y puede significar muchísimas cosas, no se puede resumir en una. Puede querer decir escepticismo, neutralidad, castigo o una sensibilidad distinta. Lo importante es que optaron por participar. La defensa que hicimos durante la campaña ayudó", declaraba ayer.

La falta de lista rival también hacía prever una baja participación en los comicios, aunque la cifra de ayer fue la más baja desde 2002, el primer año en que el rector fue elegido de forma directa y no a través de representantes electos.

Entre las razones esgrimidas por Mato para justificar la falta de interés incluyó la ausencia de elecciones al Claustro -que se celebraron de forma simultánea- en numerosas escuelas y facultades por falta de candidatos. "En el sector del PDI funcionario, por ejemplo, solo hubo votaciones en 5 de los 21 centros y esto es un lastre", lamentó.

También destacó que las sucesivas legislaciones en materia universitaria influyen en el escaso interés de los estudiantes por participar en los órganos de representación y abogó por que alumnos y profesores puedan seguir manifestándose en las elecciones.

El rector afronta su segundo y último mandato consecutivo con la intención de "continuar y rematar el trabajo iniciado estos 4 años" para que la institución "despliegue su potencial". "Espero ser capaz de poner a la Universidad de forma decidida en el mundo y con el futuro sólido y consolidado", añadió. Mato también aspira a dejar las riendas en 2018 "al relevo de la siguiente generación".

El líder de Alternativa Universitaria concurría a las urnas con un equipo en el que se ha reducido el numero de vicerrectorados de 8 a 7 y se han fusionando áreas para unificar la investigación y la transferencia, por un lado, y todas las competencias relacionadas con los alumnos, por otro.

Los programas de prestigio de la docencia para reconocer su actividad figuran entre las medidas "más urgentes" que Mato pondrá en marcha y que serán incluidas en los presupuestos del próximo año. Además, también comenzarán a estar "operativos" los nuevos Estatutos y reglamentos estudiantiles.

La captación de recursos seguirá siendo un objetivo primordial para el próximo gobierno, ya que "en el mejor de los casos" se enfrentará a un escenario en el que los fondos públicos no continúen disminuyendo. "Tenemos que costarle menos a los ciudadanos y darle mejor servicio. Ésa es la ecuación por resolver", subrayó Mato.

En las próximas semanas, se reunirá con su actual equipo de vicerrectores para terminar la legislatura antes de comenzar a definir la estructura de cargos intermedios y la Gerencia después de Semana Santa. Tras la ratificación del nombramiento por el Consello de la Xunta, la toma de posesión se celebrará "en cuanto el presidente Núñez Feijóo confirme fecha". "Lo más rápido posible sería a finales de este mes", avanzó Mato.