"José Gil, fotógrafo e pioneiro do cine" es el título del documental escrito y dirigido por Miguel Romero y que aborda la vida de una persona exitosa en la vida profesional y muy desgraciado en la vida privada, un pionero de la fotografía y la cinematografía gallega, nacido en Rubiós en 1870 y al que se le debe buena parte de las primeras imágenes y filmes captados en diferentes puntos de Galicia en la primera década del siglo XX.

-¿Quién fue José Gil?

-El primer director, el primer productor, camarógrafo, el primer montador de este país, sin embargo es un gran desconocido.

-¿Cómo llegó al cine?

-Porque era un personaje muy inquieto, empezó con la fotografía, trabajando en Mondariz, luego se pasó a Ourense y llegó a Vigo y como era muy inquieto y en aquella época el cine era como el paso superior a la fotografía, que se le quedaba pequeña, empezó a hacer películas y ya no paró.

-¿Rodó la primera película de Galicia?

-Rodó la primera película de ficción que conservamos, Miss Ledya, del año 1816, el fue el director, la idea del guión corrió a cargo de Rafael López de Haro, que era un escritor que vivía en Pontevedra, de modo que la primera película de ficción que se hizo en Galicia se rodó en Pontevedra... Castelao hace un pequeño papel, pertenecía a la pequeña burguesía pontevedresa de la época y hace un pequeño papel que tampoco tiene mucha relevancia desde mi punto de vista.

-¿Qué contaba Miss Ledya?

-Es un folletín (risas) diría que un poco infumable, es la historia de un anarquista que intenta asesinar a un rey que llega a la isla de A Toxa, hay una historia de amor por el medio y acaban capturando al anarquista y poco más, no tiene mucho sentido (risas).

-¿Cómo continuó el trabajo de José Gil?

-El lo que hizo fundamentalmente son películas documentales, hizo esa película de ficción pero porque fue un encargo de la sociedad pontevedresa, él lo que hacía en realidad eran películas documentales, sobre fiestas, acontecimientos culturales, sociales, y trabajó siempre desde esa óptica del cine documental.

-También fue representante de la marca Ford...

-Si, con el cine y la fotografía su otra gran pasión fueron los coches, consiguió la representación de la marca Ford en Galicia y vendió esos coches hasta el año 1924 aproximadamente en que le quitaron la representación; después consiguió la de la marca Texan. Los coches eran su gran pasión y además le permitían moverse por toda la geografía y llegar antes que su competencia.

-En ese sentido también fue un antecesor del actual reporterismo, en el que la inmediatez es una clave importante

-Efectivamente, y le debemos varias de las primeras imágenes cinematográficas, varias películas, de distintos escenarios de Galicia y de la época de 1910, aunque conservamos muy pocas, solo conservamos 4 o 5 películas, todas de carácter documental, el resto están perdidas desgraciadamente pero confío en que aparezcan, creo que aparecerán más porque hizo más de 180 películas y constantemente aparece material que está ahí, en fayados, así que confiamos en que sigan apareciendo películas.

-Su vida profesional fue muy exitosa ¿también lo fue la vida personal de José Gil?

-Su vida profesional fue exitosa, fue inventor, cineasta, fotógrafo, publicista, pero su vida personal un auténtico drama, estuvo perseguido por la desgracia constantemente, de hecho eso afectó mucho a la forma de desarrollarse vital y profesionalmente. Tuvo tres hijas, María Rosa y Pepita, y las tres fallecieron de tuberculosis, y esta tragedia personal lo marcó, no acabó con su carrera (la primera niña murió en 1918 y Pepita en el año 1924), el siguió haciendo películas, de hecho posteriormente creó dos productoras, Galicia Films y a finales de los años veinte Galicia Cinegráfica, siguió haciendo películas casi 20 años más, pero si que de algún modo esas muertes marcaron su trayectoria y su vida, sin duda.

-¿Cómo fue el final de su vida?

-Murió en el año 1937 en la pobreza, fue un señor que tuvo muchísimo éxito en los años diez, tenía el mejor gabinete fotográfico de la ciudad, ganó mucho dinero, tanto con los coches como con el cine, pero digamos que la mala suerte y también la competencia, surgieron nuevas productoras también en Pontevedra, hicieron que de alguna forma decayera, vendió sus propiedades y acabó viviendo con sus cuñados en Vigo, donde murió.